La desesperante situación del hombre que quería entrar en la cárcel de Palma: "Apenas puedo comer"

El hombre que pidió ingresar voluntariamente en la cárcel de Palma ha explicado que vive en una caravana en una finca de sus padres en Mallorca y apenas puede comer.

“Tengo unas gallinas que por lo menos ponen huevos y puedo comer pollo. También tengo una furgoneta que me regalaron mis padres con la que busco chatarra para venderla y poder vivir”, reconoce el hombre a Antena 3.

Indica que vive en una caravana pequeña que es como la habitación de una cárcel.

“Pido ingresar porque en la calle no tengo muchas posibilidades. No puedo alquilar una casa por los precios”, admite el hombre.

Asimismo, detalla que no tiene trabajo: “Soy albañil de toda la vida, pero tuve un infarto, depresiones, ansiedad… Trabajo dos semanas y me tengo que dar de baja porque no puedo con mi cuerpo”.

“Me iría bien entrar en la cárcel. Me van a dar merienda, tengo patio, comida, puedo ver la televisión… Estoy un año ahí y no sufro. Si me llegan a decir que sí, yo entro”, admite.

LOS FUNCIONARIOS DE PRISIONES DENUNCIAN QUE ESTÁN "DESAMPARADOS"

Tal y como adelantó Crónica Balear, los funcionarios de la prisión de Palma lamentan que están “desamparados”. “Si esto hubiera pasado en una comisaría de Policía ya estaría denunciado por la propia administración”

Critican que esta persona haya difundido el vídeo por las redes sociales mostrando la cara del funcionario, así como del resto de personas que están detrás de él trabajando

Indican que desde Madrid se ha realizado un proyecto para poner seguridad en la zona de acceso a la prisión, donde están las barreras, pero todavía no se ha llevado a cabo. “Necesitamos que haya un filtro previo para todas las personas que se acercan a la cárcel”, reclaman.