Gran indignación en s'Arenal de Llucmajor ante la "ausencia total" de policías
Redacción | 10/05/2022

Los vecinos y comerciantes de s'Arenal de Llucmajor critican la "ausencia total" de policías. Y es que acaba de empezar la temporada turística y la Playa de S'Arenal ya está repleta de turistas y de vendedores ambulantes de todo tipo: masajistas, carteristas, trileros, entre otros.
Critican que lo peor es que los responsables tanto políticos como policiales de Llucmajor, encabezados por el edil popular, Eric Jareño, y el Inspector Jefe de la Policía Local, Sergi Torrandell, parecen no haberse enterado.
Según indican, basta con darse una vuelta por la zona de primera línea de playa para observar la "ausencia total" de Policía Local y cómo campa a sus anchas todo tipo de comercio ilegal en la zona de baño.
Asimismo, explican que los comerciantes de Playa de Palma están indignados al saber que en la zona de Llucmajor parece no estar aplicándose la ley de excesos del Govern. Concretamente las quejas van enfocadas a la pasividad del Consistorio de Llucmajor en la aplicación del cierre programado a las 21:30 horas a todos aquellos establecimientos que durante la jornada vendan alcohol.
LLEGADA DE 25.000 ESTUDIANTES
Los vecinos y comerciantes se encuentran a la "expectativa y preocupados" ante la llegada inminente de unos 25.000 estudiantes a la zona y comentan que no saben absolutamente nada del dispositivo policial previsto si es que este existe.
"Pese a haber sido portada de medios de comunicación de toda Europa con el conocido escándalo de los macrobotellones en la zona, lo que desencadenó críticas sin precedentes a la gestión ante lo sucedido, parece que los responsables políticos y policiales de Llucmajor no han aprendido la lección", critican los vecinos y comerciantes de s'Areanal de Llucmajor.
Cabe recordar que el verano pasado cerca de 2.000 jóvenes participaron en un macrobotellón en la calle Pere Maimó, en s'Arenal de Llucmajor. Allí se agolparon centenares de adolescentes bebiendo, poniendo música y haciendo ruido.
El botellón -que incumplía las medidas sanitarias del COVID- también se extendió por Son Verí, Cala Blava y los alrededores de la zona. La Policía Local de Llucmajor se vio desbordada ante tal situación.
A raíz de este botellón y otros eventos multitudinarios como el concierto en la Plaza de toros de Palma, la pandemia de COVID se desbocó. Y es que se registró un macrobrote en toda España. De hecho, más de 2.000 jóvenes de todo el país dieron positivo.
Por su parte, el Govern balear defendió su gestión del macrobrote de estudiantes en Mallorca y lamentó que "los ciudadanos de Baleares no se merecen esta situación".
Lo indicó la consellera de Salud del Govern balear, Patricia Gómez, en una comparecencia solicitada con carácter urgente ante la Comisión de Salud, donde justificó la medida de confinamiento forzoso en el Hotel COVID de Palma que el Juzgado de lo Contencioso-Administrativo tumbó posteriormente para los estudiantes que habían dado negativo en una PCR.