El rastrillo solidario de Son Dameto regresa este año al parque del barrio con una edición limitada

Redacción | 20/10/2022

El Rastrillo Solidario de Son Dameto, un clásico de los acontecimientos de otoño en Mallorca, regresa este año, a su sede habitual del Parque del barrio (calle Martí Boneo de Palma), este sábado 22 de octubre, con una edición limitada.

Por razones logísticas este sábado solo saldrán a la venta juguetes y prendas de vestir y de cama. El lema escogido para este año ha sido “En Son de Paz”, un alegato contra la violencia.

El baratillo está organizado por la Parroquia de Sant Pau y la Asociación de Vecinos de Son Dameto-Son Pizá y cuenta con la colaboración del Ayuntamiento de Palma.

Al igual que el año pasado, la edición de este año, la número XXVIII, será de horario reducido: solo por la mañana. El inicio será a las 09.00 horas de la mañana y la clausura a las 14.00 horas.

En el rastrillo se podrán adquirir, a precios muy ventajosos, todo tipo de prendas de vestir para hombre, mujer, niños y bebés, ropa de cama, disfraces, pañuelos y juguetes. Será una buena ocasión para equiparse de cara a la próxima temporada y al cercano Halloween. También habrá un servicio de bar.

El dinero recaudado se destinará a varios proyectos solidarios gestionados por la propia parroquia y asociación de vecinos, Cáritas y órdenes religiosas como las Hermanas Franciscanas y las Hermanas del Sagrado Corazón.

En esta época marcada por la Guerra de Ucrania el lema de la jornada será “En Son de Paz”, con un dibujo alegórico a la no violencia.

El año pasado se recaudaron 8.695 euros, de los que 1.500 se destinaron a la Escuela de Alfabetización en castellano.

Este verano la escuela ha habilitado turnos especiales para un grupo de refugiadas ucranianas, a las que se les está ayudando en su proceso de integración en Mallorca.

El dinero también se utilizó para la beca de un trabajador de Verge de Lluc, gestionada por Cáritas. Además se ayudó a las víctimas del volcán de La Palma, a la Escuela de Trujillo en Perú para niños de la calle residentes en un basurero y un proyecto de ambulatorios móviles en Haití.

Los objetos a la venta proceden de donativos de particulares de toda Mallorca y en el Rastrillo colaboran varias decenas de voluntarios.

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