El Govern rechaza la reducción de la jornada laboral y solicita atender a las particularidades de Baleares
El Ejecutivo autonómico ha propuesto que la medida se dirima en el diálogo social
Redacción | Mallorca, 15 de Enero de 2025 | 10:57h

El Govern ha solicitado al Gobierno central que retire el anteproyecto de ley para la reducción de la jornada laboral, argumentando que representa una "imposición" y que no se han considerado las particularidades del mercado laboral de Baleares.
Así lo expresó la secretaria autonómica de Trabajo, Empleo y Diálogo Social, Catalina Cabrer, en declaraciones a los medios, donde propuso que esta medida se aborde a través del diálogo social para evitar generar una "tensión" que, según ella, podría poner en riesgo la paz social.
"La paz social es fundamental para que un territorio pueda desarrollar sus proyectos y enfrentar sus desafíos", afirmó Cabrer.
Destacó, además, los datos positivos de empleo en Baleares, que cerró 2024 con una media de 570.000 afiliados a la Seguridad Social y menos de 30.000 personas desempleadas. Cabrer atribuyó estos resultados al esfuerzo conjunto de empresarios, trabajadores y autónomos.
En este contexto, subrayó que el 20 % de los asalariados en Baleares son autónomos o empleados por autónomos, lo que refleja el peso de las pequeñas y medianas empresas en el archipiélago.
Asimismo, Cabrer recordó que los convenios colectivos en el sector privado han pactado jornadas de 40 horas semanales, y que a nivel empresarial suelen establecerse jornadas de 39 o 40 horas de media.
"Esto demuestra que las patronales y sindicatos en Baleares no contemplan jornadas tan reducidas como las 37,5 horas que propone el Gobierno central, y esta realidad debe ser tenida en cuenta. El Govern percibe que este proyecto no ha considerado las diferencias territoriales", señaló.
Entre los argumentos expuestos, Cabrer mencionó la escasez de mano de obra en Baleares, donde la economía se centra en el sector servicios, y advirtió que aplicar medidas uniformes sin atender a las singularidades de las islas podría ser perjudicial.
A su juicio, esta propuesta del Gobierno central ha "quebrado" el diálogo social. Al respecto, mencionó un titular de prensa sobre un posible conflicto entre empresarios y trabajadores en Menorca por la jornada laboral, y pidió trabajar por mantener la "paz social" en lugar de fomentar la "confrontación".
Respecto al posicionamiento del Govern, Cabrer defendió que cualquier cambio en la jornada laboral debe ser fruto de la negociación colectiva y adaptarse a cada sector. Reconoció que en algunos ámbitos podría ser viable reducir la jornada a 37,5 horas, aunque remarcó la relevancia de la "presencialidad" en los servicios.
Sobre el impacto económico de la reducción de jornada, advirtió que las empresas podrían enfrentar mayores costos al necesitar contratar más personal para cubrir la presencia requerida en sus operaciones.
También criticó que el Gobierno central no haya evaluado adecuadamente el impacto de esta medida en los costos empresariales y en las características específicas de cada territorio, lo que podría generar sobrecarga laboral y aumentar el riesgo de accidentes en el trabajo.
En relación con si el Govern pediría al IbSalut aumentar la jornada laboral debido a su postura y la escasez de personal, Cabrer aclaró que su análisis se basa en datos del sector privado y reconoció que la administración pública se rige por acuerdos establecidos con los sindicatos.
Finalmente, sobre la propuesta de aumentar el salario mínimo interprofesional, Cabrer instó a que este tema se consensue con la patronal y los sindicatos. Advirtió que una subida del salario mínimo combinada con una reducción drástica de la jornada laboral podría dejar que "el mercado" termine imponiendo las condiciones.