El Govern estudia cerrar las calles del Jamón y de la Cerveza en Palma
Redacción | 23/06/2021
La consellera de Presidencia, Función Pública e Igualdad, Mercedes Garrido, ha recordado este miércoles que el pasado verano ya se actuó de manera específica en las calles del Jamón y la Cerveza y otras áreas vinculadas al turismo de excesos para frenar la propagación del virus y no ha descartado que se vuelva a hacer argumentando el bienestar sanitario y la recuperación económica.
En una rueda de prensa tras participar en la Conferencia Sectorial de Igualdad, Garrido ha señalado que todas las medidas que toma el Govern --en referencias a cierres o sanciones en áreas conflictivas-- ante incumplimientos en materia de prevención de incremento de contagios de coronavirus se han aprobado "desde la responsabilidad" y con el objetivo último de evitar contagios.
La consellera ha recordado que el pasado verano ya se aprobaron medidas específicas para estas calles, epicentro habitual del llamado turismo de excesos, precisamente porque no estaban cumpliendo las medidas sanitarias.
Garrido ha insistido en que es la responsabilidad de la sociedad la que está posibilitando que se pueda haber iniciado la recuperación del tejido empresarial y económico así como que haya mejorado la situación sanitaria.
MACROBOTELLONES
Desde que se levantó el toque de queda en Baleares, los macrobotellones en Palma han sido noticia. Miles de jóvenes se han echado a las calles en horas nocturnas para celebrar la libertad que deja la desescalada, dejando un conflictivo panorama de descontrol, ruido y suciedad en las calles.
Son Castelló, Santa Catalina, Sa Faixina, el Paseo de Mallorca y la Plaza de las Columnas han sido problemáticos puntos de botellones. La Playa de Palma forma parte de esta lista y es, junto al polígono de Son Castelló, el lugar estrella de los macrobotellones en Palma.
La Policía Local de Palma, la Policía Nacional e inspectores del Govern balear han colaborado en actuaciones conjuntas en varias ocasiones para tratar de disolver las aglomeraciones multitudinarias y conflictivas.
De hecho, la presidenta del Govern balear, Francina Armengol, recordó a principios de este mes, poco después del levantamiento del toque de queda, que los botellones ya estaban prohibidos antes de la pandemia de la COVID-19, aunque reconoció que "es una problemática que quizá se vive ahora con más intensidad".
En aquel momento, Armengol insistió en que "lo que no se podía hacer antes, no se puede hacer ahora".
"Hay una normativa de pandemia que tiene que ver con la protección de la salud y una normativa que ya estaba vigente antes. Los botellones están prohibidos en Baleares", señaló.
De esta forma, la presidenta apeló a la responsabilidad individual y colectiva, porque "si hay aglomeraciones, puede llevar a que haya contagios no deseados".