El Consell de Mallorca prepara la Nit de les Ànimes

El Consell de Mallorca prepara la Nit de les Ànimes.

Un año más, la institución insular, a través de la Fundació Mallorca Literària, promueve la recuperación y divulgación de la celebración más importante del Tradicionari de Mallorca en otoño: la Nit de les Ànimes y Todos los Santos.

El objetivo es que niños y adultos conozcan la fiesta propia, que está construida de raíces y rodeada de leyendas.

Por eso se han organizado un total de 89 sesiones en 42 centros educativos, bibliotecas y espacios socioculturales que está previsto que lleguen a 2.150 niños y jóvenes de Mallorca.

De estas actividades, un total de 75 sesiones se llevarán a cabo en 28 centros educativos de primaria y secundaria, mientras que las 14 restantes tendrán lugar en bibliotecas y espacios socioculturales de toda la isla.

'A MALLORCA, NIT DE LES ÀNIMES. ENCÉN EL LLUM I FORA POR!'

Las actividades organizadas en el marco de la campaña ‘A Mallorca, Nit de les Ànimes. Encén el llum i fora por!' van dirigidas a diferentes perfiles de público en función de la edad.

- Canten-i-conten: especial leyendas de miedo. Con Maria Adrover, actriz y música

Es un espectáculo familiar de pequeño formato para descubrir las leyendas más oscuras de Mallorca y los personajes que dan más miedo.

La oscuridad y las tinieblas relacionan esta propuesta con la fiesta más importante del otoño en el Tradicionario de Mallorca: Todos los Santos, precedida de la Nit de les Ànimes.

El espectáculo se convierte, paralelamente, en una aproximación para conocer los elementos, costumbres y rituales que conforman la festividad.

- Vida y Muerte: Nit de les Ànimes y Todos los Santos

Se trata de un taller familiar de creación de un farolillo para celebrar la Nit de les Ànimes. Una actividad para conocer los elementos, costumbres y rituales que conforman la fiesta más importante de otoño en el Tradicionari de Mallorca.

- ‘En Parlam’: celebrar la vida y la muerte

Propuesta a cargo de Xesc Alemany, antropólogo. Una charla, un espacio de conversación y reflexión, con un punto lúdico e imaginario.

En la cultura judeocristiana los rituales y costumbres en torno a la muerte tienen su punto álgido en otoño, en la celebración de la Nit de les Ànimes, Todos los Santos y el Día de los Difuntos. Debatiremos cómo vivimos y celebramos la muerte hoy en comparación con la sociedad de ayer, y también cómo la viven otras culturas, cada una con sus particularidades, pero observadas de cerca, se descubren semejanzas.

NIT DE LES ÀNIMES Y TODOS LOS SANTOS

Culturalmente se considera que el invierno se inicia cuarenta días después del equinoccio de otoño (22 de septiembre), es decir, alrededor del 1 de noviembre. Por ese tiempo finaliza el año agrícola y llega el frío. "‘Els morts passats, grans estojats’: ho diuen perquè en aquest temps ja no hi ha res a collir pel camp i se comença la sembra", escribe Rafel Ginard en el Calendari Folklòric de Mallorca.

Las dicotomías propias de la rueda de los ciclos naturales como calor y frío o luz y oscuridad propician que, desde tiempos remotos y en diferentes culturas, se celebren fiestas dedicadas al recuerdo de los difuntos en torno a los primeros días de noviembre.

Pasado el tiempo de las cosechas, la tierra parece amortiguada y conduce inevitablemente a la reflexión sobre la temporalidad de la vida y la relación con nuestros antepasados.

La cultura de la muerte en Mallorca se ha desarrollado a través de ritos funerarios y, colectivamente, en la celebración de la fiesta más importante del otoño, el día de Todos los Santos y el día de Difuntos.

La importancia de la festividad de Todos los Santos se refleja en la gran cantidad de tradiciones y costumbres que le rodean con unos componentes que se mueven entre la devoción y el respeto hacia los antepasados y la celebración del miedo ligado a la oscuridad de la muerte.

En la tradición catalana de Todos los Santos, y también en otras muchas como la anglosajona, los niños tienen un papel destacado y activo en la celebración. Este hecho puede comprenderse como el intento de acercar la experiencia de la muerte a los niños de una manera entretenida y adecuada a sus potencialidades de comprensión.

En este contexto de celebración, pues, la muerte ofrece una aproximación con matices diversos, por un lado desde el misterio y el miedo, y por otro, desde la añoranza de los seres queridos y la esperanza de reencontrarlos por un día.