El calvario de un residente en Mallorca que deportaron junto a su hijo y no dejaron ver la final del Mundial de Qatar
Sergio Jiménez | Mallorca, 28 de Diciembre de 2022 | 06:16h

Un argentino que reside en Mallorca denuncia que en el aeropuerto de Irán le deportaron junto a su hijo y no les dejaron ver la final del Mundial en Qatar.
Según indica el hombre a Crónica Balear, estuvo durante todo el Mundial en Qatar viendo jugar a su país.
Al ver que la Selección de Argentina llegó a la final, decidió comprar una entrada a su hijo y así ver el partido juntos.
El hombre regresó a la isla y, una vez con su hijo, pusieron rumbo a Qatar, haciendo escala por los aeropuertos de Barcelona, Estambul e Irán.
Recalca que tenían todos los papeles en regla. Y es que para entrar al país y ver el Mundial todos los aficionados tenían que sacarse la tarjeta digital Hayya, operada por el Gobierno de Qatar junto a la FIFA.
En el aeropuerto de Barcelona ya comenzaron los problemas. Allí les indicaron que no podían volar porque la tarjeta Hayya de su hijo no estaba aprobada. Sin embargo, les mostraron los billetes de ida y de vuelta de Qatar, las entradas a la final, la reserva del hotel y, finalmente, les dejaron pasar.
En el aeropuerto de Estambul tuvieron el mismo problema.
“Llamé a los responsables de la tarjeta Hayya y me dijeron que, si yo estoy autorizado, mi hijo también. Todo era un error y, al parecer, no se había actualizado la tarjeta. Desde Qatar hablaron con la compañía aérea y nos dejaron volar hasta Irán. Además, nos aseguraron que cuando llegásemos al aeropuerto el problema de la tarjeta ya se habría solucionado”, asegura.
Sin embargo, en Irán todo se complicó más. “Llegamos a un país donde está prohibido Internet, no podía tampoco llamar por teléfono, por lo que fue imposible explicarnos, ya que el problema de la tarjeta todavía seguía. Todos los pasajeros embarcaron menos nosotros. Nos dejaron completamente abandonados en el aeropuerto de Irán y sin poder pedir explicaciones a nadie. Tampoco podíamos hablar con nuestra familia”, relata entre lágrimas.
Indica que las autoridades de Irán les retiraron el pasaporte y, al cabo de varias horas abandonados en el aeropuerto, les acompañaron a la puerta de embarque de un vuelo con destino Estambul para llegar después a España.
“Ha sido una experiencia horrible. Una vez en Estambul pude hablar con mi mujer después de cerca de 8 horas incomunicado. Mis amigos ya estaban llamando a las embajadas para saber qué nos había pasado”, declara emocionado.
Por último, sostiene que en Estambul reclamó los pasaportes, pero no se los proporcionaron, ya que no eran “pasajeros normales”, sino que les habían “deportado”.
“Nos hicieron entrar los últimos a los aviones como unos delincuentes, y no hicimos nada malo. Ha sido una injusticia muy grande por un problema de la FIFA y del Estado de Qatar. No hay dinero ni compensación para esto. Nos perdimos el sueño de nuestra vida. Le he pedido perdón mil veces a mi hijo”, concluye.