Denuncian que CEMEX ha reactivado la fábrica de cemento de Lloseta sin controlar la calidad del aire

Redacción | 12/07/2022

La plataforma Reviure Tofla ha denunciado que este pasado mes de junio se han reactivado las instalaciones de CEMEX en Lloseta, que siguen teniendo vigentes todos los permisos para producir cemento y para incinerar materiales peligrosos, además de seguir explotando la cantera de Can Negret (Alaró) y tener en marcha la planta de áridos.

Desde la plataforma reclaman al Govern que ante la evidencia de esta reactivación de la cementera y la incineradora, no puede esperar ni un día más para instalar en la zona una estación de control del aire que permita obtener datos y que estos medidores estén conectados a la red balear de vigilancia y control de la calidad del aire, dependiente de la Conselleria de Transición Energética.

Reviure Tofla ha solicitado una reunión con el director general de Energía y Cambio Climático, Josep Malagrava, para trasladarle esta inquietud de los vecinos de Lloseta, Binissalem y Alaró.

Aunque pueda resultar sorprendente, la actividad de la cementera de Lloseta no cuenta con ningún medidor público de control del aire, aunque en 2006 CEMEX fue condenada por contaminar la zona con sus emisiones y fue obligada a indemnizar a vecinos y a instalar nuevos filtros.

En la depuradora municipal de Lloseta -situada a pocos metros de la cementera- existe una estación de control que, curiosamente, es propiedad de la propia multinacional CEMEX, pero no ofrece datos de la calidad del aire, sino que sólo refleja parámetros del tamaño de las partículas ambientales.

De las 21 estaciones medidoras que componen la red balear de control del aire sólo hay dos que no miden la calidad del aire, y son la de CEMEX en Lloseta, y la de AENA en el aeropuerto de Son San Juan.

La siguiente estación de control del aire situada más cercana a Lloseta es la de Sa Vinyeta, en Inca, propiedad de Endesa, pero está inactiva desde el año 2012. Toda esta información se puede verificar en la web de la Sección de atmósfera de la Conselleria de Transición Energética del Gobierno.

Los vecinos de la cementera y la incineradora de CEMEX han detectado estas últimas semanas que las instalaciones vuelven a estar en funcionamiento y han podido registrar cómo la planta vuelve a emitir humo por sus chimeneas.

Sobre todo se quejan de que es por las noches cuando se escucha el ruido de actividad de la planta, y también añaden que hay muchas concentraciones de polvo, que es de suponer provienen de la planta de áridos.

A la hora de exigir a la Administración que vele por la salud de los habitantes de esta zona del Raiguer debe recordarse que desde julio de 2021 la incineradora tiene la autorización del Govern para quemar en sus hornos residuos considerados contaminantes y peligrosos, y que desde este mes de junio también se les permite importar desde fuera escorias de altos hornos para utilizarlas como materia prima para la planta de cemento.

Los residuos peligrosos que CEMEX está autorizado a quemar en sus hornos de Lloseta son: ceras y grasas usadas, aceites hidráulicos minerales no clorados, aceites hidráulicos sintéticos, aceites fácilmente biodegradables, aceites sintéticos y minerales no clorados de motor, transmisión mecánica y lubricantes, vidrios , plásticos y maderas que contengan sustancias peligrosas o estén contaminados, tierra y piedras con sustancias peligrosas, y maderas con sustancias peligrosas procedentes de otras instalaciones de tratamiento mecánico de residuos.

Por todo ello, denuncian la ausencia total de control público de la actividad de CEMEX (qué emisiones están respirando los vecinos hoy mismo, qué materiales y qué cantidad se puede quemar en la incineradora, cuántas toneladas reales de escorias llegarán por el Port de Alcúdia y cómo se transportarán y manipularán…).

Consideran que no puede pasar ni un día más sin que el Govern tome medidas para poner controles públicos a una actividad que podría llegar a ser contaminante y, por tanto, perjudicial para la salud de los habitantes del Raiguer.

La zona de Lloseta, Binissalem, Inca y Alaró es un punto con mucha concentración de población en los núcleos urbanos, pero también en la zona rústica, y ahora mismo podrían estar expuestos a las consecuencias de una actividad industrial de las más contaminantes.

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Comentarios

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  • Pep - 12 de Julio de 2022 a las 15:38
    Ahora viene cuando el sector inmobiliario de Lloseta y alrededores se devalua, es hora de comprar casas x ahi
    Responder
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