Denuncian falta de atención a niños con autismo en el colegio Son Serra: "Mi hijo salía cada día llorando"
"Se portaron muy mal conmigo y con mi niño", asegura una de las madres que tuvo que dejar su trabajo por culpa de la falta de recursos del centro
Penélope O. Álvarez | 25/11/2024
Dos madres de niños con necesidades especiales escolarizados en el CEIPIEEM Son Serra, un centro público de Mallorca que integra enseñanzas musicales en Infantil y Primaria ubicado en sa Vileta, denuncian graves deficiencias en el centro, en relación, sobre todo, con la falta de técnicos auxiliares educativos (TAE).
Una de las madres, cuyo hijo de 5 años tiene autismo, relata al recogerlo tras el servicio de comedor, lo encuentra, de forma frecuente, llorando, frustrado y con marcas de mordiscos y arañazos. Según explica, su hijo necesita supervisión constante al comer, ya que no controla las cantidades y corre el riesgo de atragantarse. Sin embargo, denuncia que la vigilancia prometida por el centro no se cumple, sobre todo en el servicio de comedor, ya que en su clase, que es reducida, nunca ha tenido ningún tipo de problema. De hecho, asegura que algunas monitoras desconocían por completo la condición del pequeño y le hicieron comentarios inapropiados.
Desde el centro le han dicho a la madre "que no pueden hacer nada y que la Conselleria asegura no ver conveniente contratar a una ATE más". Por su parte, Educación sostiene que el centro está dotado con los recursos que se consideraron necesarios por el Departamento de Atención a la Diversidad y que ofrecieron la incorporación de un monitor adicional en el comedor, pero la directora rechazó la propuesta. Asimismo, explican que "los ATE son recursos finitos y se tienen que repartir entre todos los centros". Este curso, el Govern habilitó 15 nuevas plazas de ATE, alcanzando un total de 382 en Baleares, de las cuales 260 están en Mallorca.
Otra de las madres que denuncian esta situación, se vio obligada a cambiar a su hijo de centro. Su hijo, de 6 años, tiene autismo de grado 3: utiliza pañal, no habla, no comprende órdenes, se autolesiona y tiene tendencia a escaparse, por lo que sus necesidades son muy elevadas. Desde Educación le recomendaron escolarizar al pequeño en Son Serra porque ofrecían "mucha ayuda para niños con discapacidades" y en el propio centro le aseguraron todo iba a ir bien. Sin embargo, al mes de comenzar el curso, "empezaron los problemas". La madre explica que, al no contar con un profesional dedicado exclusivamente a su hijo, este pasaba las clases durmiendo en un rincón, excepto los días en que acudía una ATE, quien le ofrecía actividades adaptadas una o dos veces por semana.
Durante los primeros meses, el niño asistió a clase únicamente de 9 a 11 horas como parte del periodo de adaptación, lo que obligó a su madre a dejar su trabajo: "Acabó el curso y al año siguiente hable con todo el mundo para que el niño tuviera a una ATE porque la situación era la misma", explica.
Una vez empezado el nuevo curso, intentó solicitar una plaza de comedor, pero la pusieron en lista de espera de forma indefinida, aceptando a otros niños y pasándoles por delante: "Al final la directora se atrevió a decirme que no era culpa de ellos, que la culpa era de la Conselleria, que no les daba ayudas" explica, reprochando al centro que le haya "estando dando largas durante tanto tiempo".
Una vez consiguió que le metieran en el comedor, que solo era un día a la semana, le pusieron una profesora de Pedagogía Terapéutica (PT) pero en el patio quedaba al cuidado de monitoras que no conocían su condición y en varias ocasiones el niño salió sin camiseta o con los zapatos mojados, y las explicaciones siempre apuntaban a un "despiste". "Mi hijo no puede quedarse solo ni un minuto porque se autolesiona", recalca la madre.
"En el colegio no te dicen la verdad, te niegan la realidad de que no tienen ayudas, pero siguen cogiendo a niños con necesidades especiales", explica. Ahora, ha podido escolarizar a su pequeño en un Centro de Educación Especial y está muy contenta con el trato, pero recuerda el CEIP Son Serra con tristeza, resentimiento y dolor: "Se portaron muy mal conmigo y con mi hijo".
No es la primera vez que el CEIP Son Serra se ve envuelto en polémicas. En febrero de 2019, dos madres denunciaron la "pasividad" de la directora del colegio ante las agresiones a las que eran sometidos varios alumnos de primaria por parte de otro niño.
Ante las preguntas de Crónica Balear, el equipo directivo del centro ha asegurado que los recursos que tienen en el colegio son los que la Consellería cree convenientes.