Mallorca e Ibiza inundan de regalos las zonas más afectadas por la DANA de Valencia en la víspera del Día de Reyes

Centenares de baleares se han volcado en esta iniciativa solidaria promovida por aficionados a los rally

Marina J. Ramos | 04/01/2025

Patxi y Ros repartiendo los regalos a los niños de Paiporta en la plaza principal de la ciudad, este viernes.

En vísperas del Día de Reyes, los niños de la zona más afectada por la DANA que arrasó Valencia hace ahora dos meses disfrutan ya de los regalos por adelantado, de la mano de tres ‘Majestades’ de Baleares. Y es que mallorquines e ibicencos se han volcado en los últimas semanas donando más de dos centenares de juguetes para los pequeños afectados por la riada.

Crónica Balear ha acompañado a los encargados de esta iniciativa solidaria promovida por ‘Racexlife’, asociación de aficionados a los rally de Ibiza, y la de Mallorca Rallye. Así, este viernes, 3 de enero, Patxi, Ros y Tomeu, ayudados por Xoana, un contacto local, y su hijo José María, han emprendido la ruta por la zona cero, repartiendo no solo una enorme cantidad de regalos, sino devolviendo también pequeños momentos de alegría y esperanza en una zona donde aún se sufren los enormes estragos de la mayor catástrofe natural de la historia reciente de España, que se ha saldado la vida de 224 personas.

SIGUIENDO LA RIADA

El recorrido empieza desde el primer pueblo en el que el barranco del Poyo se desbordó con la gran cantidad de agua que llevaba cayendo desde las zonas altas de Valencia. Chiva, una localidad de 17.000 habitantes -donde ocho de ellos fallecieron aquel 29 de octubre- fue de los primeros puntos en los que el agua arrasó con todo. La imagen del centro de la ciudad aún impacta, y mucho, dos meses después: el cauce aparece cual lodazal, ensanchado y con los alrededores repletos de bajos enfangados, abandonados y cerrados a cal y canto, y con algunas viviendas absolutamente destrozadas, hechas añicos. Es casi la escena posterior a la de un tsunami.



A 30 kilómetros, la primera parada de la furgoneta para repartir regalos es Paiporta. El nombre seguro que les sonará, además de por ser la localidad que ostenta tristemente el mayor número de muertos (45), por ser el lugar en el que algunos vecinos se alzaron contra las autoridades que los visitaban días después de la tragedia, lanzando barro e insultos a los reyes, al presidente valenciano, Carlos Mazón, y al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, quien huyó ante semejante revuelta popular. La magnitud de ese sentir popular se evidencia nada más llegar a la ciudad.

Al abrir las puertas de la furgoneta, los reyes magos ibicencos se ven sorprendidos por el polvo en suspensión que, aún 66 días después, flota en el ambiente. No hay acera ni carretera sin barro. El centro de Paiporta acumula calles y calles fantasmales. No hay comercio ni edificio alguno que no luzca absolutamente devastado. Muchas fachadas siguen húmedas y en todos lados hay marcada la línea de la altura a la que llegó el agua, en muchos casos, rozando los techos de bajos y comercios. “Vino como una ola y arrasó con todo”, rememora Laura, madre de una niña de Paiporta.


EL RESULTADO DE LA SOLIDARIDAD

La furgoneta aparca en la plaza principal de Paiporta y en cuestión de minutos se ve rodeada por decenas de sus residentes. “¡Mira! ¡Traen regalos de los Reyes Magos!”, señala una madre a su hija con el ánimo de sacarle una sonrisa. Y lo consigue. Los más pequeños hacen cola impacientes, anonadados ante semejante cantidad de juguetes de todo tipo. “¿Cuántos años tienes?”, pregunta Patxi a cada peque. “Mmm así que cuatro, pues toma, esto es para ti, campeón”, responde dando entre los centenares de paquetes envueltos alguno con la edad indicada en el envoltorio. El alboroto de gritos de emoción de los niños rompe con ese aura de desazón, impotencia y cansancio que impera en la ciudad.

Mientras la cola aumenta con el boca a boca, con más familias esperando su turno, el abrir de paquetes incrementa la euforia. No es para menos. La solidaridad de los mallorquines e ibicencos ha sido desmedida: abren cajas con decenas de dinosaurios de juguete, otras con populares juegos de mesa completamente nuevos. Hasta hay quien se lleva bicicletas. “Gracias a vosotros, mi hijo puede tener algo con lo que jugar. Lo hemos perdido todo. Todo”, reivindica Miriam, una joven de 27 años a la que la riada le entró en casa, arrebatándole todos los enseres y dejándole tan solo con las paredes en pie. En estos dos meses, solo ha podido retirar el lodo y -con la única ayuda económica que ha recibido de la Generalitat- reponer las puertas. “Gracias de corazón”, repite emocionada.

“ES UNA BRUTALIDAD”

El recorrido de los Reyes Magos baleares continúa el rastro que siguió la riada. Tras Paiporta, la furgoneta pasa por Masanassa, entre montañas de lodo que se acumulan a las afueras y cementerios de centenares de coches inutilizables, y aparca en Catarroja. Ahí les espera Lorena, una vecina de la localidad cercana de Albal, quien ha hecho correr la voz de la llegada de los regalos de Mallorca e Ibiza. Vuelven a romper el pesar reinante los gritos de sorpresa de los más pequeños, mientras Lorena relata el sentir de la zona. Confirma el ingente trabajo que queda por hacer. Aunque reconoce haber llorado mucho los primeros días, asegura que dejó de hacerlo al percatarse de que no tiene “derecho”, habiendo perdido solo su apreciado coche, cuando muchos de sus vecinos lo han perdido todo, incluso a familiares y amigos.

Ya con el vehículo vacío, Patxi y Ros regresan a la carretera, rumbo al puerto de Valencia, donde acaba de desembarcar desde Mallorca Tomeu, con una segunda furgoneta cargada hasta los topes de más regalos. De camino, Patxi destaca que dos meses después, muchas calles de Catarroja permanecen a oscuras, sin alumbrado público. Tampoco funciona ningún semáforo y los escombros se acumulan en los bordes de las carreteras. “Yo creía que serían cuatro pueblos, pero la devastación es en un área de terreno enorme. Es una brutalidad”, lamenta. La magnitud del área arrasada es, efectivamente, difícil de comprender sin estar allí.

NO TAN MÁGICOS COMO LOS REYES

Pese a los esfuerzos volcados por parte de las asociaciones de aficionados a los rally de Mallorca e Ibiza, los tres representantes no han sido tan mágicos como los tres Reyes Magos. Un día no ha bastado para repartir los centenares de juguetes recaudados. En el puerto de Valencia, Tomeu traspasa todo el cargamento de su furgoneta a la de Patxi y Ros. Tiene que partir de vuelta a Mallorca en cuestión de una hora. Los ibicencos aún continuarán con la entrega por la zona de la DANA un día más, antes de regresar a su Isla. Puede que no puedan competir contra Sus Majestades de Oriente en su omnipresencia y magia, pero sí lo pueden hacer en su afán por repartir ilusión y en su esfuerzo por hacer de hacer de este mundo un lugar un poquito mejor, gracias a iniciativas como esta y la solidaridad de quienes han participado en ella. 

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Comentarios

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  • Prohens - 05 de Enero de 2025 a las 11:32
    Sí sí. Venga regalos, venga donaciones, y venga ayudas. Pero no paséis pena que para el 19 de marzo San José, las fallas estarán bien a punto.
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  • Peke - 04 de Enero de 2025 a las 14:57
    Esto lo tendría que pensar el presidente del gobierno movilizar a todos los ayuntamientos para hacer recogida y llevarla a los niños con sus tres reyes magos, ni sikiera se han movilizado. Ese es el corazón que tienen todos los del gobierno. Menos mal que aún queda gente decente que han pensado y han llevado la ilusión a estos niños muchísimas gracias a estas personas por su dedicación y esfuerzo. EL PUEBLO SALVA AL PUEBLO!!!!!!! nunca mejor dicho.
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      Aina - 04 de Enero de 2025 a las 22:50
    Tranquilo , el prigre ya dijo " estoy bien " y se fue a esquiar y su colega pepero debe tener bares por visitar con churris , seguid votando a estos dos partidos corruptiiiiiiisimos o no os quejeis luego .
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