Critican que el nuevo currículo de la ESO legaliza el adoctrinamiento en los institutos
Redacción | 01/04/2022

La asociación de profesores de Baleares 'PLIS Educación, por favor' ha criticado que el nuevo currículo de la ESO legaliza el adoctrinamiento en los institutos.
Según explican en una nota de prensa, la asignatura estrella del currículo de la ESO es Valores Cívicos y Éticos. Y esto es así porque, según indican, además de dar nombre a un asignatura, los contenidos y competencias de todas las asignaturas están impregnadas de orientaciones éticas, de tal forma que se puede afirmar que todas ellas se subordinan a un objetivo superior que es convertir al alumno en un ciudadano ejemplar que persiga a la fuerza siempre el bien común, un bien común prefabricado y sin capacidad de crítica.
Detallan que los adjetivos "ética/ético", que se repiten en 76 ocasiones, sin contar las 48 veces que aparecen en la asignatura de Valores Éticos, se aplican prácticamente a todo: conductas éticas, ciencia ética, arte ético, ética del lenguaje, literatura ética, ética histórica, socioética, etc.”. Si además conjugamos estas repeticiones con las 92 repeticiones de “colectivo”, las 73 de “ciudadanía”, las 39 de actitudes “comprometidas” con el bien común, el círculo adoctrinador se completa hasta la obsesión.
"Lejos de favorecer el espíritu crítico, se imponen como axiomas éticos, de obligada aceptación por el alumno, cuestiones muy discutibles: comercio justo, consumo responsable, sostenibilidad, soberanía económica o alimentaria, alimentación saludable, identidades colectivas, Memoria Histórica, salud social, ecología social, etc. Una vez impuestas, en ejercicio puramente político, se infiltran en todas las asignaturas, contaminando el contenido académico de las mismas", critican.
La asociación rechaza la instrumentalización de esta en favor de la educación ética. Los profesores tratan con alumnos, no con ciudadanos, por lo que su obligación es instruirlos, formarlos científica y humanísticamente, no para ahormarlos en el “bien”, que siempre es el bien fabricado desde el poder, sino para que ellos sean los que con una buena base de conocimientos y competencias académicas puedan mejorar, o no, el mundo.
"El decreto del currículo desprecia lo académico, como conjunto de contenidos y competencias académicas, y solo valora las competencias si se aplican a una visión redentora de la humanidad", indican.
Por todo ello, aseguran que en Historia se suprime el estudio de los hechos históricos y, por tanto, de las causas de los mismos, se estudian las “identidades colectivas”, las mismas que los nacionalistas y victimistas de todo tipo defienden, se imparte la resistencia al opresor y se pone a un tercio de los saberes básicos de la asignatura el título de Compromiso Cívico.
Explican que tampoco extraña que en Literatura no se haga mención a los grandes movimientos literarios, no se citen los grandes escritores, no se aprecie la técnica y valores literarios, optando, por el contrario, por su conversión en instrumento para la resolución pacífica de conflictos, resolución pacífica de conflictos que la gran literatura suele despreciar.
Indican que la competencia en ciencia, tecnología e ingeniería ha de “promover la salud física, mental y social y preservar el ambiente y los seres vivos; y aplica principios de ética y seguridad en la realización de proyectos para transformar su entorno próximo de forma sostenible, valorando su impacto global y practicando el consumo responsable”.
Finalmente, PLIS sostiene que este carácter ético del currículo es la causa de la decisión de obligar a los profesores a promocionar a los alumnos sin límite de suspensos y a garantizar la titulación general: “Los valores éticos se imponen, no se evalúan”.