Alertan de la construcción de 1.683 chalets en rústico en ocho años en Mallorca

Los responsables de la entidad ya extinguida Terraferida han comprobado que se han construido 1.683 viviendas unifamiliares en Mallorca en 8 años, entre 2015 y 2023, y se han concedido 1.260 licencias (aún no ejecutadas en 2023), lo que implica 2.943 chalets que consumen más de 580 hectáreas de suelo rústico.

El que fuera responsable de la entidad, Jaume Adrover, ha explicado este martes en una rueda de prensa que el hecho de que se hayan construido o iniciado 2.943 viviendas unifamiliares en estos 8 años supone "una cifra estratosférica", de lo que ha descrito como una "masificación difusa", que es la menos eficiente.

"Nos preocupan los efectos de la construcción dispersa en materia de consumo, por el agua, porque no hay transporte público para llegar allí y porque buena parte de la masificación de la carreteras tiene que ver con esto, con las construcciones en Fora Vila", ha explicado Adrover, que ha advertido también de la pérdida de paisaje, de terrenos agrícolas y de biodiversidad y del perjuicio a la calidad del aire que implica.

Ha incidido en que este tipo de construcción "es la más ineficiente desde el punto de vista energético y de consumo de materiales", y además inhabilita "la parcela entera, donde no se puede hacer actividad agraria ni nada".

Los datos parten del estudio sobre construcción en suelo rústico de Mallorca entre 2015 y 2021 que hizo Terraferida, al que se ha añadido la fotografía área de la isla de 2023 y actualizado con el listado oficial de licencias de construcción en rústico del Consell de Mallorca, que permite comparar si son legales o no.

El estudio realizado por este grupo de activistas ecologistas, con el apoyo de geógrafos de la UIB, revela además "una aceleración" del fenómeno, porque de 2015 a 2021 se construyeron 1.118 unifamiliares, lo que implica una media de 183 al año, y solo entre 2021 y 2023 han sido 565, con un promedio de 279 anuales.

"No se debería hacer ni un casa más en suelo rústico", ha proclamado Adrover, que ha advertido de que este fenómeno permanece oculto a la mayoría de la población que sufre sus efectos. Ha recalcado que "no se quiso paralizar durante el pacto y no se quiere paralizar ahora", cuando ha destacado que con la amnistía aprobada por el Govern del PP a las ilegalidades en rústico "las zonas en riesgo inundable pasan a incorporarse también". "Nos hará superar las 20.000 unidades", ha augurado sobre los unifamiliares en rústico.

Uno de los descubrimientos del informe es que un 42 % de los chalets se han construido mediante agrupaciones de terreno, para poder conformar la finca mínima preceptiva en Mallorca para construir (de más de 14.000 metros).

"Desde 2018 veíamos agrupaciones de parcelas pero no sabíamos con cuánta intensidad; ahora sabemos que se están haciendo toda la clase de 'pegados' para poder construir", ha explicado Adrover, que lo atribuye a la "plusvalía brutal" que se obtiene al poder construir.

Adrover denuncia otro factor que ha cambiado: "Todo es mercado internacional, no hay ninguna casa modesta de toda la vida" de las que caracterizaban el suelo rústico de Mallorca. "La mayoría las construyen fondos de inversión y grandes constructoras, que compran todo lo que pueden, hacen toda la labor burocrática y comienzan las obras a la vez", edificando varias construcciones de la misma tipología a un tiempo.

Esa metodología sistemática ha dado lugar a la construcción de cuatro unifamiliares simultáneos en la zona natural de s'Estremera, en Bunyola, y a que en Santanyí se hayan erigido "hasta 11 construcciones de golpe, todas de la misma empresa", ha puesto como ejemplos Adrover.

Otros ejemplos de esa masificación dispersa están en Llucmajor, con una enorme extensión de grava rodeando los unifamiliares y otra construcción en Calvià rodeada de más de una hectárea de césped. Según Adrover, "en la Serra también hay una presión urbanística enorme" como demuestra una enorme construcción en Valldemossa junto a una zona ANEI y otra levantada en Puigpunyent.

Los datos volcados sobre el mapa de Mallorca revelan con miles de puntos las viviendas unifamiliares en rústico, dejando como únicas manchas blancas partes de la serra de Tramuntana correspondientes a las ANEI, ha explicado Adrover. Entre ellos han detectado unifamilares construidos entre 2021 y 2023 que no están en el listado de las licencias, por lo que "o se han construido sin licencia o con una anterior", ha detallado el geógrafo Mateu Vic, que recalca que "físicamente existen y son unos 300".

En opinión de Vic, "el problema de las edificaciones en suelo rústico es que mucha gente ni se imagina que esto existe; el primer paso es dar a conocer el problema y crear conciencia para pararlo".