80 enfermeros de Baleares se quedan sin plaza, pese a haber aprobado la oposición, por el requisito del catalán

Unos 80 enfermeros se han quedado sin plaza pese a haber aprobado la oposición en noviembre del año pasado, por no tener el certificado de catalán. La polémica viene porque en un principio, cuando se convocaron las oposiciones en enero de 2023, el Ejecutivo de Francina Armengol no incluyó el tener un certificado catalán como requisito indispensable, como sí se les pide al resto de funcionarios de las Islas, debido al problema que afrontaba (y afronta) la comunidad de falta de sanitarios -sobre todo debido a la exigencia del catalán y el alto precio de la vida y la vivienda aquí-.

Sin embargo, esta decisión provocó una crisis entre el Govern de entonces y sus socios de Més, que amenazaron con romper el pacto de gobernabilidad con los socialistas, lo que llevó a la Conselleria de Salut a rectificar e incluyó posteriormente una modificación de las bases iniciales, incluyendo el catalán como requisito indispensable. “Incluyeron la modificación en el proceso de convocatoria entre un montón de documentos que nadie mira, no en el apartado de actualizaciones donde se suele hacer y que los aspirantes consultamos”, critica Rocío Sánchez Rodríguez, una de las enfermeras que, pese a haber aprobado, se ha quedado sin plaza. “Nadie nos avisó, ni el Colegio de Enfermería ni sindicatos, nadie”, añade.

Normalmente se da un lapso de dos años a los funcionarios para que adquieran el nivel de catalán exigido en cada puesto -en su caso, un B2-, pero denuncian que tampoco se les ha dado esa opción: para poder optar a ello se les pedía tener un contrato en el IbSalut en la misma categoría de la que se examinaban, que tenía que estar en vigor en la fecha de fin de plazo para inscribirse (en enero de 2023).

EL CASO DE ROCÍO SÁNCHEZ

Esta cláusula es la que ha hecho quedarse sin plaza a Rocío Sánchez Rodríguez. Pese a quedar tercera de Baleares en el examen para las plazas de enfermería del SAMU 061, y el número 14 en las listas (tras la valoración de méritos y carrera profesional), y que ya le habían hecho presentar toda la documentación y pasar el reconocimiento médico, este martes se ha enterado por el Boletín Oficial de las Islas Baleares (BOIB) que se queda sin su plaza por no tener el nivel de catalán. Tampoco puede tratar de sacárselo, porque en el momento de la inscripción a las oposiciones, aunque tenía un contrato en la sanidad balear (IbSalut),en la Gerencia del hospital de Son Llàtzer de Palma, no era la misma categoría que la plaza de enfermería del 061 a la que optaba.

FUERA POR TENER UN B1 Y NO UN B2

Alejandro Herrerías, de 46 años, originario de Granada, pero residente en Mallorca desde 2004, ha trabajado como enfermero del SAMU 061 encadenando contratos temporales en los últimos 10 años. Estaba en los primeros puestos de la bolsa de trabajo y en las oposiciones del año pasado consiguió la plaza número 13 de 25 de esta categoría profesional. Sin embargo, se ha quedado sin esta plaza por tener un B1 en lugar de un B2, como se exigió en la modificación posterior de las bases de la convocatoria. "Después de llevar toda la vida trabajando con ellos y de conseguir la plaza con los exámenes y el concurso de méritos, me encuentro en la calle", lamenta. Y añade: "Para pedir favores siempre son muy rápidos, sobre todo en verano, cuando necesitan gente desesperadamente. Siempre les decía que sí. Al final, te das cuenta de que solo eres un número más y de que no importa nada más que el politiqueo".

PROHENS ELIMINÓ EL REQUISITO

Con la entrada del nuevo gobierno autonómico liderado por el Partido Popular, el Ejecutivo de Marga Prohens eliminó el requisito del catalán en las oposiciones de sanitarios en agosto de 2023, pero la norma no es de carácter retroactivo, por lo que los aspirantes siguen atados a contar con un nivel B2 de forma obligatoria como se incluyó en las modificaciones de las oposiciones.