Los rincones más especiales de Baleares para dar la bienvenida a la primavera

Redacción | 17/03/2023

La primavera es una de las épocas más vivas y especiales del año, pues indica el renacer de la naturaleza y se respira un ambiente especial.

Visitar las Islas Baleares durante los meses primaverales es un auténtico acierto, ya que el clima es agradable, el turismo no está en su plenitud y se puede visitar la gran diversidad de paisajes que ofrece cada isla del archipiélago.

Desde el Parque Natural de s'Albufera d'Es Grau, uno de los puntos claves de la Reserva de la Biosfera menorquina; la Serra mallorquina de Tramuntana, el espacio natural protegido más extenso del archipiélago balear; o los asombrosos acantilados de Formentera. Estos lugares son perfectos para darle la bienvenida a la primavera desde un ecosistema natural de ensueño.

LA SERRA DE TRAMUNTANA, UN PARAJE EXCEPCIONAL

Si hay algún lugar que reúna a la perfección los elementos patrimoniales, culturales y naturales de la isla de Mallorca es, sin duda, la Serra de Tramuntana. Reconocida como el espacio natural protegido más extenso del archipiélago balear, esta sierra cuenta con más de 62.000 hectáreas terrestres, casi 1.000 marinas y hasta 90 kilómetros de montañas.

En su interior se encuentran los picos montañosos más altos de las islas, con Puig Major (1.445 metros de altitud) como su máximo representante. La altura de su sistema montañoso no solo regala unas vistas espectaculares, sino que actúa como protección natural ante los vientos fríos que provienen del norte.

Además, la sierra alberga en su interior zonas en las en las que arroyos, cascadas y manantiales nacientes de las formaciones rocosas crean un ambiente de paz y tranquilidad en el que los visitantes pueden disfrutar de la frescura de sus aguas cristalinas.

EL ECOSISTEMA MÁS PECULIAR DE MENORCA

El Parque Natural de s'Albufera d'Es Grau
es una de las zonas más emblemáticas de las Islas Baleares. Se trata de un lugar perfecto para perderse y aislarse del ruido, o para disfrutar de una jornada en familia rodeado de la flora y la fauna típica de la isla menorquina, recibiendo a la época primaveral por todo lo alto.

Su espacio supone la representación de los diversos hábitats naturales que componen la isla: zonas húmedas, bosques de acebuches, estanques temporales, sistemas de dunas, praderas de algas marinas e islotes costeros. Hábitats que albergan una gran biodiversidad de especies como aves acuáticas o la famosa lagartija balear.

Además, esta albufera cuenta con un rico patrimonio etnológico entre el que se encuentran pozos y barracas; además de un patrimonio prehistórico gracias a sus talayots. Con lo cual, sus valores ecológicos, paisajísticos, históricos y culturales hacen de este enclave un lugar encantador.

EL ENCANTO DE LOS PUEBLOS RURALES DE IBIZA

La mayor de las Islas Pitiusas es el lugar idóneo para recorrer y conocer de primera mano el encanto de los pueblos ibicencos.

Entre estos pueblos, muchos de ellos caracterizados por su gran patrimonio cultural, se encuentra Santa Agnés de Corona, que conserva la arquitectura ibicenca más rural, ya que sus viviendas están rodeadas de campos que evocan a la calma y el aire puro, lo que hace que todo aquel que lo visite quede absolutamente seducido por su paisaje y su patrimonio.

Por otro lado, están los pueblos de Sant Llorenç de Balafia o Sant Miquel de Balansat, estando este último coronado por una de las cuatro iglesias fortificadas de la isla levantada entre el siglo XIV y el XV sobre los restos de una antigua alquería árabe.

UN ATARDECER DE PELÍCULA EN FORMENTERA

La primavera es el mejor momento del año para contemplar los espectaculares atardeceres que regala el archipiélago balear. En Formentera, la despedida del sol tras el horizonte es algo que va mucho más allá de un simple fenómeno natural, pues los locales llevan a cabo un auténtico ritual.

Presenciar este momento tan especial desde las rocas del faro de Cap de Barbaria, rodeado de acantilados y las aguas cristalinas del Mediterráneo es simplemente sensacional.

Aunque, por otro lado, se encuentra la playa de Cala Saona, desde donde los últimos rayos de sol regalan un atardecer de película; siendo así uno de los mejores de todo el archipiélago.

A su vez, entre el sur de Ibiza y el norte de Formentera, las dos islas Pitiusas, se encuentra el Parque Natural de Ses Salines d'Eivissa i Formentera, otro de los espacios más relevantes de Islas Baleares en cuanto a lo que naturaleza se refiere.

Por todo ello, no es de extrañar que las Islas Baleares sean uno de esos destinos tan aclamados por los visitantes que buscan darle la bienvenida a la primavera de una forma de lo más especial.

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