La Justicia avala que el expárroco de Can Picafort sea juzgado por nuevos abusos
EFE | 17/03/2023
La Audiencia de Palma ha desestimado el recurso de apelación interpuesto por la representación procesal de Pedro Barceló Rigo, el primer sacerdote expulsado de la Iglesia en España por un caso de pederastia, contra el auto del juzgado de instrucción por un nuevo caso de abusos sexuales a una menor cuando fue párroco de la iglesia de Can Picafort, en Mallorca.
La sección segunda ha rechazado el recurso presentado por la defensa contra el auto del Juzgado de Instrucción número 1 de Inca por el que se acordaba el procesamiento del párroco por un presunto delito de abuso sexual a una menor a finales de los años 90.
El tribunal comparte la conclusión de la jueza instructora de que “existe una base indiciaria suficiente para inferir la probabilidad de la realidad de los hechos y la autoría del acusado", por lo que la Sala de la sección segunda de la Audiencia Provincial ha confirma el auto de un nuevo procesamiento a Barceló por abusos.
El Juzgado de Instrucción número 1 de Inca dictó la pasada semana un auto de procesamiento contra Barceló por unos supuestos abusos sexuales a una niña que habrían ocurrido entre 2008 y 2010.
El cura fue denunciado ante el obispado por una joven que aseguró que a finales de los 90, cuando aún era menor, la había sometido a abusos sexuales. A este testimonio se sumó el de otras dos víctimas.
La Iglesia de Mallorca expulsó al por entonces sacerdote Pedro Barceló Rigo, que hasta 2011 ejerció como párroco de Can Picafort, por considerarlo culpable de pederastia.
En 2016, el hombre, que fue condenado a seis años de prisión por un delito de agresión sexual, reconoció haber violado a una niña de 10 años en una decena de ocasiones cuando la víctima acudía a la parroquia de Can Picafort a recibir la catequesis.
El Juzgado de Instrucción de Inca ha dirigido la investigación contra el exsacerdote después de que otra perjudicada, ya mayor de edad, manifestara una serie de abusos por parte de Barceló cuando era menor, un procedimiento que ahora la Audiencia de Palma ha ratificado.
El anterior proceso penal eclesiástico abierto contra el religioso concluyó con una condena a la "pena máxima de expulsión del estado clerical", lo que supuso la prohibición terminante del ejercicio de las funciones propias de un sacerdote. Esta decisión, pionera en España, fue ratificada por la Santa Sede.
A Pedro Barceló se le abrió un procedimiento penal canónico en 2011 a raíz de la orden del papa Benedicto XVI, con el fin de que se aclarara "cualquier indicio" de pederastia.
El Obispado de Mallorca ordenó el inicio de un proceso penal canónico, apartó cautelarmente a Barceló del rectorado de la parroquia de Can Picafort y le "prohibió el ejercicio público de su ministerio", han recordado fuentes eclesiásticas.
Una vez escuchados los testimonios preceptivos, entre ellos los de las tres jóvenes que acusaban al cura de haber abusado de ellas, el tribunal canónico consideró al procesado culpable de "delitos contra el sexto mandamiento con menores" y merecedor de la pena máxima prevista en el código de la Iglesia.
En el ámbito civil, Pedro Barceló fue imputado por delitos de pederastia después de que las tres víctimas le denunciaran también ante la Guardia Civil. El religioso negó las acusasiones, si bien fue condenado a prisión, una pena que concluyó el pasado agosto.
Ahora, la Audiencia de Palma ha rechazado el recurso contra el auto del Juzgado de Instrucción por el que se acordaba un nuevo procesamiento del párroco por abusos a una menor.
