España pretende sellar en la cumbre con Marruecos una relación sin precedentes con el país

El Gobierno español pretende sellar en la cumbre con Marruecos de mañana y el jueves en Rabat una relación sin precedentes hasta ahora con ese país, que lleve a sus cotas más altas la complicidad y colaboración en todos los ámbitos, entre ellos el comercial, el migratorio o el de seguridad.

De "histórica" califica el Ejecutivo español esta reunión bilateral de alto nivel; la última fue hace ocho años en Madrid, y las previstas primero en diciembre de 2020 y después en febrero de 2021 en Rabat se desconvocaron aduciendo motivos epidémicos.

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, viajará en esta ocasión junto a doce de sus ministros. En la capital marroquí se firmarán una veintena de acuerdos.

Aún se están ultimando detalles de algunos de los acuerdos, así como de una declaración conjunta que desde el Gobierno español se asegura que supondrá la plena normalización de las relaciones y el fin definitivo de las crisis periódicas entre los dos países.

La última de esas crisis fue en abril de 2021, a raíz de la hospitalización en España y con identidad falsa del líder del Frente Polisario, Brahim Ghali, cuya organización reclama la independencia total del Sahara Occidental, antigua provincia española ocupada por Marruecos en gran parte.

Marruecos respondió con una llegada masiva de migrantes irregulares desde su territorio a la ciudad española norteafricana de Ceuta, sin que las fuerzas de seguridad marroquíes hicieran nada por evitarlo.

La relación se encauzó tras la carta que envió Sánchez al rey Mohamed VI en marzo de 2022, en la que consideraba la propuesta de autonomía presentada en 2007 por Marruecos sobre el conflicto del Sáhara como la base "más seria, creíble y realista" para resolverlo.

Fuentes españolas subrayan que ninguno de los dos países ni la Unión Europea pueden permitirse desavenencias en sus relaciones y, por ello, creen que esta cumbre de Rabat será buena para todas las partes.

Entre la veintena de acuerdos que se suscribirán, uno de ellos alumbra un nuevo protocolo financiero para facilitar las inversiones españolas en Marruecos.

Lo que sí se asegura el Ejecutivo español es que se avanzará en el calendario para la apertura de las aduanas comerciales en las ciudades españolas fronterizas de Ceuta y Melilla, después de que el pasado viernes hubiera pruebas para su establecimiento.

La situación en el Sahel, la colaboración en materia de seguridad y en especial en la lucha antiterrorista, y la cooperación ante la inmigración ilegal serán otros asuntos que se tratarán.