Tatuajes contra el cáncer de mama en Palma: “Les devuelves una felicidad completa”

Carlota Padilla | 27/11/2022

Fina Vázquez es la artista palmesana cuyos tatuajes devuelven la felicidad a las mujeres que han pasado por un cáncer de mama. Ella es esteticista y lleva más de 30 años trabajando en su sector. Sin embargo, en los últimos años, ha incorporado un nuevo servicio en su salón y es, precisamente, la micropigmentación oncológica, concretamente, la reconstrucción del pezón.

Según cuenta, muchas clientas, por desgracia, pasaban por el proceso de ser operadas de cáncer de mama y, en un afán de aprender y poder ofrecerles una alternativa, una vía de escape o ayudarlas a recuperar la ilusión de vivir, Fina comenzó a interesarse por los tatuajes oncológicos.

Tras un año de estudio, pudo comenzar a trabajar en ello y por sus manos han pasado decenas de mujeres a las que les ha devuelto “una felicidad completa”, afirma.

“Cada vez que trabajas es una obra de arte”, dice Fina. Cuenta que la primera vez que tuvo que hacer un tatuaje oncológico en los pechos le impuso mucho, “es una responsabilidad muy grande, tienes que plasmar en la piel de otra mujer algo que le va a perdurar”.

Sin embargo, confiesa que todo cobra un sentido cuando la mujer ve sus pechos y su pezón tatuado y ella ve la cara de felicidad que les queda, “recuperan la feminidad”.

“Un pecho sin aureola ni pezón es un bulto y no ves plasmada esa feminidad que son los senos, importantísimos en la mujer”, comienza Fina, “muchas llevan años esperando, les devuelves algo perdido, es el punto y final a un largo recorrido de enfermedad y es un poco como ‘vuelvo a estar sana’”.

Y es que cabe decir que las mujeres deben esperar entre nueve meses y un año para poder realizarse este tatuaje tras la operación. “Los pechos les quedan sensibles mucho tiempo, no se pueden tocar como antes y es algo que indiscutiblemente les va a costar, cuando te desnudas te tienes que aceptar como mujer”, admite.

Al final, los senos en una mujer son una parte esencial de su cuerpo, en ellos recae la feminidad y la sensualidad, sin importar la forma o el tamaño. Aceptarse, como dice Fina, es la parte más complicada; aceptarse cuando te han “quitado” un trozo de tu ser. A pesar de esto, “cualquier persona que se dedique a esto lo hace desde el amor y buscando lo mejor para la clienta, y no hay mayor satisfacción que el de un trabajo bien hecho”, asume.

Una de las mujeres que ha pasado por las manos de Fina ha sido Esperanza, a quien le detectaron, en una prueba médica, una alta probabilidad de padecer un cáncer de mama, por lo que decidió someterse a la pertinente operación.

Esperanza, cuyo nombre le viene como anillo al dedo, es la viva imagen de la fuerza y la feminidad, y es que, a pesar del proceso por el que ha tenido que pasar, por su mente pocas veces se ha colado un ápice de debilidad.

Cuenta que desde el primer momento tuvo claro qué tenía que hacer y cuál era su postura frente a la vida, que se resume en aceptar las cosas como son. Tras un largo camino en el que tuvo que volver a conocerse y a reencontrarse consigo misma, ha tomado decisiones que ahora la hacen la mujer más feliz del mundo.

La primera, por supuesto, fue la de someterse a la mastectomía de ambos pechos. Una vez lo hizo, recuerda que la enfermera le dijo que se pusiera todos los días frente al espejo y se tocase los senos para, poco a poco, ir reconociendo y aceptando esa parte de su ser, que había cambiado de forma drástica.

Tuvieron que pasar 10 años hasta que Esperanza dio el paso de hacerse la reconstrucción de los pezones. “Simplemente supe que era el momento”, explica. Cree que las cosas “pasan cuando tienen que pasar” y durante ese tiempo no había sentido la necesidad de dar el paso, no estaba preparada, no quería e invirtió ese tiempo en conocerse, aceptarse y quererse.

El cáncer de mama es el primero en incidencia en Baleares y cada año se diagnostican 770 nuevos casos
. Sin embargo, afortunadamente, en la mayoría de los casos, las pacientes superan la enfermedad. Y con la ayuda de personas como Fina, que devuelven, a través de un tatuaje, esa “feminidad” y de testimonios como el de Esperanza, aquellas personas en tratamiento o que acaban de ser diagnosticadas, pueden ver un poco de luz en el camino

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Comentarios

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  • Carmen - 28 de Noviembre de 2022 a las 10:58
    hola, totalmente de acuerdo, yo me hice el tatuaje oncológico en denuevoyo y me siento mucho mejor.
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  • Haha - 27 de Noviembre de 2022 a las 13:00
    Eso se lleva haciendo años en otras partes del país, que por ser mallorquina la pongáis de novedad, es otra cosa
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