Los mayores que viven en residencias de Mallorca ya pueden quitarse la mascarilla

Redacción | 20/04/2022

Los mayores que viven en residencias de Mallorca ya pueden quitarse la mascarilla. Así lo apunta el nuevo decreto que este miércoles se ha publicado en el BOE y que deja claro que las residencias tienen la condición de hogar para estas personas, por lo que la mascarilla justo será obligatoria para los profesionales y los visitantes.

Ahora bien, las personas residentes que hayan dado positivo en COVID tendrán que llevarla, con el fin de preservar al máximo la seguridad.

Este nuevo decreto se basa en la nueva coyuntura sanitaria y refuerza la idea general del Plan de actuación en Centros Sociosanitarios y Residencias de Personas Mayores ante la pandemia de la COVID-19 que entró en vigor a principio de mes en las residencias de Mallorca y que quiere dar respuesta a la afectación psicoemocional, la pérdida de la autonomía personal y las relaciones interpersonales que ha representado la pandemia para las personas residentes.

Concretamente, la idea de este Plan es recuperar la normalidad convivencial y las actividades en los centros residenciales de mayores, pero manteniendo ciertas medidas de prevención y seguridad.

La normativa, consensuada por la Conselleria de Salud y la de Asuntos Sociales y los Consells insulares, recoge los protocolos de sectorización, detección precoz y plan de actuación ante personas con riesgo de infección, cómo deben ser los ingresos en los centros y las pautas para las visitas y salidas.

Como principal novedad, determina que los aislamientos de las personas residentes con COVID pasan a ser de cinco días, si no presentan síntomas en las 24 horas anteriores, y no de siete días como hasta ahora.

Además, establece que todos los contactos estrechos deben someterse a pruebas de antígenos o PCR para detectar posibles casos asintomáticos pero, con la idea de conseguir la máxima normalidad posible dentro de lo que es un entorno vulnerable, los residentes que sean contactos estrechos de una persona infectada y hayan dado un resultado negativo no tendrán que hacer cuarentena.

Aunque el aislamiento se reduzca a cinco días obligatorios, todas las personas mayores positivas o consideradas contactos estrechos tendrán que extremar las precauciones durante diez días, reducir todo lo posible las interacciones sociales, llevar puesta la mascarilla en todo momento y mantener un higiene de manos adecuada. Especialmente debe evitarse el contacto con otros usuarios de la residencia.

En cuanto a los profesionales que han sufrido COVID, también se reincorporarán después de 5 días, si no tienen síntomas y después de dar negativo en un test de antígenos. Por lo general, el personal con contacto directo con los residentes, extremará las precauciones y empleará el EPI para atender tanto a los residentes positivos como a quienes presentan una sintomatología compatible con la COVID-19.

Con el nivel general de inmunización, tanto de las personas que viven en los centros residenciales como de las personas trabajadoras, se considera que estos centros son espacios seguros para la gente que vive y trabaja en ellos.

Por ello, se facilita al máximo el ingreso de nuevas personas. Eso sí, se solicitará una prueba diagnóstica negativa previa a todos los nuevos ingresos que o no se hayan vacunado o no presenten la pauta completa.

Los protocolos de las visitas y salidas de los residentes no experimenta demasiada variación. Se normalizan las visitas sin limitación de personas, ni de número de visitas, ni de sitio, pero con medidas de protección individual (mascarilla e higiene de manos) y buena ventilación de los espacios. En este sentido, se priorizan en los espacios exteriores siempre que sea posible.

Éstas, al igual que las salidas de los residentes con sus familiares, en ningún caso se podrán llevar a cabo si la persona mayor o los familiares son positivos, contactos estrechos de un positivo o presentan síntomas compatibles con la COVID.

En caso de que la persona mayor permanezca más de 72 horas fuera del centro, tendrá que presentar una prueba diagnóstica negativa antes de regresar a la residencia en caso de no haber sido vacunada o no haber recibido la pauta completa.

Desde el inicio de la pandemia, todos los centros del IMAS han seguido escrupulosamente los diferentes protocolos de prevención para garantizar el máximo bienestar de las personas mayores que viven en las residencias.

En este sentido, cabe recordar que prácticamente la totalidad de las personas residentes y cerca del 90% de los profesionales que trabajan en ella han completado la pauta de vacunación recomendada.

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