Un ladrón irrumpe en media docena de casas y siembra el pánico en Llucmajor

El caos reinó ayer en Llucmajor, en la urbanización de Cala Blava, cuando un ladrón irrumpió en media docena de casas y escapó de la Policía al verse sorprendido. Por suerte, el suceso se saldó con la detención del atracador, tras una persecución por las calles del municipio en la que también participaron decenas de vecinos enfurecidos.

Todo empezó el pasado domingo, a plena luz del día, alrededor de las 17:00 horas. De repente, la Policía Local de Llucmajor empezó a recibir un aluvión de llamadas de vecinos alertando de que un hombre estaba irrumpiendo en domicilios de Cala Blava para robar.

Los vecinos describieron al ladrón como un hombre "enajenado", como si estuviera "poseído". Al parecer, numerosas personas se encontraron con el atracador en su casa, y tras ser sorprendido, éste salía corriendo y saltaba a otra casa para seguir robando, sin disimulo ni miramientos.

Hasta que llegó la Policía, se vivieron momentos de mucha tensión en el barrio. En la calle se acumuló un tumulto de gente que gritaba y alertaba a los vecinos de lo que estaba ocurriendo, lo que sembró el pánico por unos momentos.

A la zona se desplazaron rápidamente varias patrullas de la Policía Local de Llucmajor. Localizaron al ladrón cerca de un hospital en Son Verí. Al ver a los policías, el atracador emprendió la huida a la carrera. Mientras corría, empezó a deshacerse de todo lo que había robado: por el camino tiró al suelo incluso una bicicleta.

Detras de él, le perseguían varias patrullas de policía a pie y en coche, y también una horda de vecinos indignados que corrían con los agentes. La alarma social que se creó hizo que los ciudadanos gritaran voces contra el ladrón, al que pretendían dar alcance para darle su merecido. Durante la persecución, muchos vecinos indicaban desde sus casas hacia dónde se había dirigido el ladrón o por dónde le habían visto irse. 

Finalmente, la Policía consiguió atraparlo. Los agentes tuvieron que reducirlo, ya que ofreció una gran resistencia. Una vez detenido, los vecinos empezaron a dar la enhorabuena a los agentes, aplaudiéndoles y dándoles las gracias por la actuación. El hombre, un joven de 25 años y de origen español, quedó detenido y se dirigió con los agentes a las dependencias policiales. 

Por lo menos, se tiene conocimiento de que asaltó media docena de domicilios, incluso estando los moradores dentro, y no se descarta que el número de casas en las que entró aumente a medida que avance la investigación de la Policía Local de Llucmajor.