La Guardia Civil interviene en numerosas fiestas ilegales en Mallorca e Ibiza este fin de semana

La Guardia Civil ha neutralizado este fin de semana ocho fiestas ilegales y reuniones sociales de personas no convivientes en diferentes localidades de las islas de Mallorca e Ibiza.

Puente de numerosas fiestas ilegales en Mallorca e Ibiza. La Guardia Civil y la Policía Local de Sant Josep de Sa Talaia ponían fin esta madrugada a una fiesta ilegal que concentraba más de 140 personas en el interior de una villa situada junto al campo de fútbol de la localidad. Los asistentes que llegaban al lugar estacionaban previamente sus vehículos en un lugar próximo, lo que suponía otro punto de concentración de personas.

La fiesta había comercializado su acceso y asistencia, un supuesto que más allá de la actual situación de incidencia de la COVID-19, supone una actividad ilegal conforme a lo previsto en la legislación sobre actividades en Baleares. De hecho, los participantes y organizadores eran conscientes de ello, y para evitar ser descubiertos cubrieron las ventanas con colchones, con la aparente intención de no ser ni audibles ni visibles desde el exterior.

Los organizadores habían contratado un servicio de seguridad privada, al que habían encomendado, entre otros cometidos, la custodia de los teléfonos móviles de los asistentes. Así, una de las condiciones previas de acceso a la fiesta era entrar sin teléfono móvil.

En total han sido 147 las personas identificadas como asistentes, que  serán denunciadas para una propuesta de sanción de hasta 60.000 euros de multa. Otras dos personas han sido detenidas por la presunta comisión de sendos delitos de resistencia y desobediencia, además de una tercera a la que se le incautaban diversas cantidades de droga presentada en numerosos envoltorios a modo de monodosis.

Han sido varios los asistentes denunciados por tenencia de sustancias estupefacientes –cannabis, cocaína y 'tusi', también llamada cocaína rosa-. La Guardia Civil formulará igualmente una denuncia contra la empresa de seguridad privada contratada para la fiesta ilegal.

Una parte importante de los asistentes eran ciudadanos extranjeros de Alemania, Argentina, Colombia, Francia, Italia y Reino Unido. Este mismo fin de semana, coincidente con la Semana Santa, la Guardia Civil intervenía en otras reuniones sociales y fiestas no autorizadas celebradas en diferentes localidades de las islas de Mallorca e Ibiza en coordinación con las Policías locales de los municipios afectados.

El pasado viernes, un total de 38 personas fueron denunciadas por participar en una reunión social celebrada en una explanada anexa a una vivienda del barrio de San Trutoy en el municipio de Sant Josep de Sa Talaia, donde los agentes de la Guardia Civil y la Policía Local advertían la presencia de bebidas alcohólicas, mesas y sillas. El acceso al lugar tuvo que realizarse a pie, habida cuenta el camino que llevaba hasta el lugar estaba cortado con piedras. Junto a las 38 personas señaladas, había cinco  menores de edad.

El mismo día por la tarde, igualmente, un grupo de 16 personas fue identificado y denunciado, pues estaban utilizando como lugar de reunión el Faro de Sóller, cuyo acceso habían cortado mediante la colocación de un triángulo de señalización de averías, simulando la prohibición de acceso al mismo.

La misma tarde, se detectó un grupo indeterminado de participantes en una fiesta ilegal celebrada en Cami de Arabi en el municipio de Santa Eulàlia. A la llegada de la Guardia Civil, varios de los asistentes abandonaron el lugar precipitadamente, aunque fueron   identificados y denunciados seis asistentes.

Horas más tarde, otras seis personas eran denunciadas por celebrar una reunión social con diferentes núcleos de convivencia en una vivienda sita en el Cami de Son Arbós, en la localidad de Algaida.

Al día siguiente, sábado, 3 de abril, la Guardia Civil denunció a 25 personas que se reunían en la playa de Es Calonet, en Sant Josep de Sa Talaia. Esa misma tarde fueron identificados tres yates abarloados y fondeados en Portals Vells, a bordo de los cuales se estaba celebrando una fiesta ilegal.

Personada una patrulla de la Guardia Civil en el lugar, varios de los asistentes abandonaron el lugar en motos de agua. Los propietarios de los yates serán denunciados, además del incumplimiento de la normativa COVID-19, por haber fondeado en una pradera de posidonia.

Por último, el pasado domingo, 15 personas fueron denunciadas por celebrar una reunión de la naturaleza señalada, en una vivienda sita en el parque de Cas Capitá de Marratxi.