Familiares de un enfermo terminal piden suspender su ingreso en la cárcel de Palma
Marina J Ramos | 28/06/2021
Las horas pasan y ni Francisco Arqués ni su familia saben si mañana Francisco, enfermo terminal de cáncer, deberá ingresar en la cárcel de Palma. La Justicia no se pronuncia y de no presentarse, se enfrenta a una orden de búsqueda y captura. "Estamos desesperados, esto es inhumano. Pedimos compasión: le quedan menos de seis meses de vida", denuncia su hija.
Tras años de juicio por un robo cometido en 2015, el Juzgado nº8 de lo Penal de Vía Alemania sentenció el pasado lunes a Arqués a tres años y medio de prisión y ello, pese a sufrir un cáncer terminal, que le causa convulsiones, desorientación e inestabilidad, entre otras cosas.
Francisco, de 63 años, cuenta con dos informes médicos de facultativos de Oncología del hospital de Son LLàtzer, en los que los doctores estiman que le quedan menos de seis meses de vida y ponen de manifiesto que, debido a su estado, "no es adecuado su ingreso en un centro penitenciario".
En estos casos, el Código Penal contempla que por razones humanitarias se puede hacer que los acusados cumplan la condena en tercer grado o, directamente, eximirles de la pena. El abogado de Arqués ya solicitó esta medida el martes de la semana pasada, al día siguiente de conocerse el fallo. Sin embargo, a menos de 24 horas de la fecha límite, la Justicia aún no se ha pronunciado.
Ante falta de respuesta de los tribunales, de no presentarse el martes a las 18h en la cárcel de Palma, se dictaminará una orden de búsqueda y captura contra Francisco.
"Esto es inhumano, pedimos compasión. Mi padre necesita de sus tratamientos y sufre convulsiones, desorientación...ya no está en sus cabales. Queremos que pase los últimos meses de la mejor manera posible, en casa y con los suyos", declara desesperada su hija Raquel, sufriendo impotente el paso inexorable de las horas, a la espera de una respuesta. "De por sí esta situación es muy dura y ahora, si tiene que entrar ahí dentro...", lamenta.
EL ROBO DE LA PORCIÚNCULA
El robo por el que se ha condenado a Arqués a tres años y medio de prisión es el conocido "robo de la Porciúncula", ocurrido en julio de 2015. Le acusan de ser el cabecilla de la banda de tres atracadores que se hicieron pasar por policías nacionales e interceptaron un furgón que trasportaba 300.000 euros.
Según ha dictaminado la jueza, los acusados hicieron bajar del vehículo a los trabajadores para realizarles un supuesto control, momento en el que aprovecharon y huyeron con la furgoneta, con el dinero en su interior. Más tarde fueron interceptados por la Policía.