El primer ministro búlgaro estudia la expulsión de diplomáticos rusos

El primer ministro de Bulgaria, Boiko Borisov, ha avisado de que podría verse obligado a expulsar a diplomáticos rusos a causa del caso de presunto espionaje ocurrido en la víspera en suelo búlgaro.

"Otra vez hay que declarar personas no gratas a diplomáticos rusos a causa de la operación de ayer (viernes)", ha explicado Borisov. "Rusia y nosotros somos buenos socios en varias esferas, pero esa actividad de espionaje debe cesar", ha indicado.

"Bulgaria", ha añadido, "defenderá siempre y de manera coherente su seguridad y su pertenencia al mundo euroatlántico".

El mandatario también ha expresado su asombro por la actitud del presidente del país, Rumen Radev, que hasta el momento no ha dejado ningún comentario sobre el asunto.

El viernes, la Fiscalía General búlgara informó de la detención de varios militares y funcionarios sospechosos de entregar información confidencial a Rusia. Las autoridades búlgaras acusaron de espionaje a seis personas, cinco de ellas están bajo custodia y una fue liberada bajo fianza por colaboración.

A su vez, la Embajada rusa en Sofía denunció los "intentos incesantes de romper el diálogo ruso-búlgaro y demonizar de nuevo a Rusia", en un comunicado recogido por la agencia oficial de noticias rusa, RIA Novosti.