Dos años de la muerte de Naia en La Salle: "Ese día entró en el colegio bailando. Nunca volvió"
Irene R Aguado | 24/05/2021
La cara de la pequeña Naia junto a decenas de flores y coronas es lo primero que se veía en la entrada del colegio La Salle este lunes por la mañana. Varios familiares de la niña han acudido al colegio el día en que se cumplen dos años de la trágica muerte de la menor en el comedor del centro.
Naia Sans Granado tenía 4 años cuando murió el pasado 24 de mayo de 2019 por una grave reacción alérgica, presuntamente provocada por ingerir un sándwich de helado de nata que le dieron en el comedor de su colegio. Naia sufría una alergia mortal a los lácteos; una condición previamente notificada al colegio por su familia. Pese a los intentos de reanimarla, la niña falleció poco menos de una hora después de ingerir el sándwich, alrededor de las 12:30h.
Varios familiares se han concentrado en la entrada del colegio a primera hora de la mañana para conmemorar la muerte de la pequeña, y han permanecido en el lugar hasta que el centro ha cerrado sus puertas. Piden justicia y, sobre todo, "dar un toque de atención para que esto no vuelva a pasar", según ha puntualizado José, el abuelo de Naia, a Crónica Balear.
"AHORA TOMAN MÁS PRECAUCIONES. PERO PARA ESO SE TUVO QUE IR MI NIÑA"
"El objetivo, ante todo, es que no vuelva a haber ninguna familia rota como la nuestra por la pérdida de una criatura", ha explicado. "Sabemos a ciencia cierta que a partir de la muerte de nuestra niña se tomaron muchas más precauciones en todos los colegios de Baleares. Pero para eso se tuvo que ir mi niña, tuvieron que quitar de en medio a Naia para que eso ocurriera", susurra el abuelo, con la voz cada vez más rota a medida que le invade el dolor del recuerdo.
Frente a una fotografía de su nieta fallecida, el hombre ha explicado que otro de los objetivos del acto conmemorativo es pedir justicia: "Han pasado dos años y no sabemos nada. Da la sensación de que están esperando a que esto se enfríe, a que la opinión pública no hable y no critique".
Por este motivo, la familia se ha concentrado durante toda la mañana en la entrada del colegio con flores y carteles, con el propósito de que la tragedia ocurrida el pasado 24 de mayo de 2019 no quede en el olvido colectivo y seguir reivindicando justicia en memoria de la niña.
"NI SIQUIERA SABEMOS SI LOS RESPONSABLES DE LO QUE PASÓ SIGUEN TRABAJANDO AQUÍ"
El sentimiento de tristeza e indignación sigue patente en las expresiones de los familiares. El abuelo de Naia, por su parte, trata de traducirlo con palabras estériles para no desesperar, pero rezuma angustia y tormento: "No sabemos nada. No nos han comunicado si los culpables de lo que pasó siguen trabajando; ni siquiera sabemos si todavía trabajan aquí. A nuestra niña no nos la van a devolver nunca, solo pedimos que los culpables paguen por lo que pasó, y que jamás vuelvan a pisar un colegio", sentencia.
En este sentido, ha aclarado que el colegio no se ha puesto en contacto con la familia para ayudarles. Pese a que hubo informaciones que apuntaban que el centro educativo se comunicaba con los familiares, José lo ha desmentido: "Es mentira. El colegio está totalmente mudo".
Muestra de ello es la falta de participación en el acto por Naia; pese a que los familiares han estado toda la mañana concentrados frente al colegio, han asegurado que ni el equipo directivo ni los responsables se han acercado para hablar con ellos. Según ha asegurado el abuelo de la niña, en otros actos similares el colegio también permaneció en silencio: "Nadie ha venido a hablar con nosotros aunque estamos aquí en la puerta".
"PARA NOSOTROS, TODOS LOS DÍAS SE FUE AYER"
Un silencio que ahonda el dedo en la llaga ante la falta de respuestas, y un número cada vez más elevado de preguntas: "¿Qué es más importante que la vida de una criatura? Lo único que sabemos es que ya no la tenemos y que no va a volver. Para nosotros, todos los días se fue ayer".
Igualmente, padres, abuelos, tíos, y demás familiares de la niña continúan en pie de guerra para que se diriman responsabilidades por lo ocurrido, y aprovechan este día para recordar "la luz" que emanaba la pequeña: "Era el relámpago en persona. Era muy curiosa, corría, cantaba y bailaba. En eso salió a su madre", recuerda José, afligido.
Otra de las familiares de Naia, que había permanecido en silencio junto al abuelo, recuerda entonces el último día de la pequeña: "Aquel día, Naia estaba preparando una obra de ballet y entró muy contenta, bailando, al colegio. Pero nunca volvió".
Falleció en La Salle; ni siquiera llegó a ser trasladada a un hospital. En este mismo lugar, dos años después, sus familiares la conmemoran y lanzan un mensaje de auxilio para que no se olvide a Naia, y que por fin la justicia tome cartas en el asunto.