Alvise Pérez: “Las redes sociales son el único páramo de libertad que nos queda”

Se define como analista y consultor político y sus palabras no dejan indiferente a nadie. Licenciado en Ciencias Políticas, Luis Pérez (Sevilla, 1990), más conocido en redes como Alvise Pérez, fue asesor y jefe de gabinete de Ciudadanos en el Parlamento valenciano y jefe de campaña de Toni Cantó cuando éste concurrió como candidato a la presidencia de la Comunidad Valenciana. Con decenas de miles de seguidores en Twitter, Pérez altera las redes con cada uno de sus tuits y sus críticas le han situado en el foco de quienes le acusan de esbozar un discurso de cariz ultraderechista. Que así le definan lo considera “un éxito del establishment mediático”, como señala en esta entrevista concedida a Crónica Balear con motivo de su visita a Palma para participar en la manifestación llevada a cabo ayer en contra del cierre de la restauración.

¿Qué le ha traído hasta el momento actual?

Estuve siete años viviendo en Inglaterra hasta que empecé como jefe de gabinete del grupo parlamentario de Ciudadanos en la Comunidad Valenciana bajo las órdenes de Toni Cantó, del que fui jefe de campaña hasta que a finales de 2019 dimití y es cuando me trasladé a Madrid como analista y consultor político. Parece que estoy gafado porque fue llegar a Madrid y ocurrió lo que ocurrió a los dos o tres meses, con ese confinamiento tan feroz y ruinoso que hizo que muchos nos quisiéramos organizar y generar debate sobre en qué punto estamos. Como aquí en Baleares, una especie de estado de excepción encubierto que viola derechos fundamentales y que parece que nos da igual porque los medios de izquierdas dicen que no nos preocupemos. Y dicen que no nos preocupemos porque las ayudas y subvenciones van a ellos...

Le consideran, sobre todo, azote de la izquierda… ¿Dónde se sitúa?

Da bastante igual el número de titulares o el número de veces que te llamen ultraderechista que, a fin de cuentas, a la persona que te sigue y busca la veracidad le va a dar igual ese tipo de titulares. Si desde una fuente se me avisa de que va a venir una pandemia o que hagas la compra porque a los dos o tres días no va a haber suministros y ven que esa realidad sucede, obviamente les va a dar francamente lo mismo que un titular diga lo contrario. Si miramos el CIS veremos que hay un gran índice de desconfianza hacia los grandes medios porque han mentido.

Pero le ubican más posicionado hacia la derecha...

Ese es un éxito del establishment mediático. Yo vengo de C’s. ¿En qué posición concreta estoy? Decir que eres de derechas es una opción muy cómoda para cierta izquierda para que sus votantes digan: “no os fijéis en los argumentos de este tipo que es de ultraderecha”. Vamos a hablar de una vez en este país, que ya somos mayorcitos, vamos a debatir sobre argumentos. ¿Qué es ser de ultraderecha? ¿Pedir que los inmigrantes ilegales salgan de nuestro país? Hombre, pues no. Mira lo que dicen los socialistas o los liberales en Francia: es un problema real, una falta de integración auténtica, y no estamos hablando en contra de la inmigración sino de la inmigración ilegal.

En alguna ocasión ha manifestado que creció bajo un régimen socialista en Andalucía y que no quiere que eso se reproduzca a nivel nacional...

El camino que seguimos en Andalucía fue incentivar a la baja la participación de los sectores más moderados de la izquierda que, después de 38 años de propaganda política, votaban al PSOE por inercia. Estamos en un momento en el que nos están llevando a la absoluta ruina venezolana y lo que necesitamos es, básicamente, sacar a esta gente de la Moncloa y del poder. Son los que escriben y ponen la tinta en el BOE. En Andalucía lo conseguimos básicamente destapando ciertos casos de corrupción vía redes sociales y, en cierta manera, intentando demostrar lo que esta gente es: una mafia organizada. Habla con cualquier venezolano y todos te dirán que es un calco de lo que vivieron y quien piense que eso es imposible en España que se venga a Andalucía. Allí, después de 38 años de gobiernos socialistas, tenemos la versión más aproximada a Cuba. Yo he vivido en Andalucía actos de repudio, como los llamaba Fidel Castro. Es decir, criticabas en tu pueblo al concejal de turno del PSOE y al día siguiente tenías a 15 ó 20 vecinos aporreando la puerta de tu casa y diciéndote que eres un facha sin que eso trascendiese a nivel nacional.

Critica la gestión de Pedro Sánchez pero ¿cree que otras formaciones lo habrían hecho mejor en el contexto de una pandemia como la actual?

Mejor no lo sé, pero peor es imposible. Estamos en una tercera ola, en un punto en el que ya no nos preguntamos si habrá vacunas suficientes, sino si habrá jeringuillas adecuadas... Un punto tan absurdo en el que son tan incapaces de coordinarse… Vengo del aeropuerto de Palma, donde he pasado seis líneas de control en las que seis veces me han preguntado exactamente lo mismo. ¿Qué gestión de recursos y qué capacidad de organización es esa? No sé hasta qué punto una derecha formada por PP, VOX y Ciudadanos podría hacerlo mejor, pero peor es imposible, contratando la compra de mascarillas a empresas que están en paraísos fiscales, gastando más en financiar la propaganda en los medios de comunicación que en ayudar en los ERTE que se acaban ya. Y cuando se acaben va a haber un drama social tremendo.

¿Considera necesaria la manifestación de los restauradores en medio de las restricciones actuales?

A lo mejor tenéis una cepa balear que a las diez de la noche deja de infectar, peculiaridades isleñas [ironiza]... Que en una parte de España como Baleares, que depende tanto del sector servicios, tanto en empleo directo como indirecto, y sobre todo del turismo, lo estén destruyendo de este modo… No hay que elegir entre economía y salud: si no tenemos economía nos vamos todos a la más absoluta miseria y ahí, obviamente, hay repercusiones sanitarias graves: si no tienes dinero suficiente para comprar fruta fresca tomas menos antioxidantes y más probabilidad de desarrollar cáncer, según los estudios. Debe haber un equilibrio y una preponderación de derechos entre abrir tu negocio y ganar el pan cada día y garantizar tu salud. Y si cierran la economía que la cierren una vez. Ya vamos por la tercera ola y eso significa que no hemos aprendido de las dos olas anteriores.

¿Qué responde a quienes califican de ideológica esta movilización?

Es ideológica porque se basa en una idea. Pero ese debate no surge cuando gobierna la derecha y quien moviliza las calles es la izquierda. ¿Qué pasa? ¿Que en España solo se puede salir a la calle sin adscripción política cuando defiendes ideas de la izquierda? ¿Es de derechas poder abrir tu negocio? Es absurdo que a estas alturas, cuando la gente se está jugando el propio pan, se hable sobre si este es de izquierdas o de derechas. ¿Comer es de izquierdas o de derechas?

¿No cree que cuando gobierna la izquierda se le exige un plus, que no caiga en determinadas incoherencias y contradicciones?

Lo de la izquierda es una falsa superioridad moral. Recordemos que este Gobierno lo tenemos porque, ay, qué mala la corrupción de Rajoy, pero al final el PP no fue condenado por corrupción sino por enriquecimiento ilícito. Estamos hablando de que la presidenta del PSC está imputada por prevaricación y sigue siendo la presidenta del partido… Esta gente está gobernando con golpistas que tienen a la mitad de su equipo directivo en prisión. Y esa equiparación moral es injusta porque la izquierda se siente tan superior a todos nosotros, seamos de derecha o de centro, que para ellos el hecho de que alguien cometa algo malo no puede ser de izquierdas. Alberto Garzón decía que el que roba no puede ser de izquierdas. ¿Por qué esa exigencia moral no se pide para todos?

Esta semana, los promotores de la manifestación vetaron en su primera rueda de prensa a IB3 y al Ara Balears, lo que ha desatado una amplia indignación dentro y fuera de la profesión periodística. ¿Qué opina de la medida adoptada por los organizadores?

De entrada, todo lo que sea limitar la libertad de prensa me parece mal. Evitar que alguien entre a una rueda de prensa a hacer sus preguntas, por muy sectario que sea, me parece mal. Es una actitud que no me gusta y lo digo abiertamente. Para mí, determinados medios son negocios de extorsión política porque les paga el amo y un medio que recibe la mayor parte de su presupuesto vía BOE obviamente no va a hacer, precisamente, preguntas para atacar el statu quo del poder que le ha financiado, pero hay que arrinconar a esos medios a través de las respuestas, no a través de la censura. Y eso es precisamente lo que ellos hacen en redes sociales, el único páramo de libertad que nos queda. Ya nos han sacado de las radios, de las televisiones, incluso de muchas ruedas de prensa… Solo nos quedan las redes sociales. ¿Y ahora vamos nosotros a querer imitar los mismos dejes antidemocráticos que ellos? Es un error y nos deslegitima moralmente.

En la primera protesta contra las restricciones del Govern al sector de la restauración, convocada la semana pasada en Palma, uno de los manifestantes arengó a otros a actuar contra los agentes de policía y a acceder en el Parlament…

Seguro que es algo minoritario. No he visto una sola manifestación de la izquierda en la que no haya un loco tirándole una botella a un policía. ¿Cuando la manifestación es de izquierdas nunca se pregunta sobre eso? Y cuando no es ideológica parece que hay que enfocarse en el loco que tira la botella... Si vienen miles de manifestantes, es ley de vida: por cada mil habitantes hay un tarado. Y eso es parte del ser humano.

¿Es optimista respecto al futuro?

A nivel económico, no. El Gobierno dice ahora, por fin, que nos esperan seis meses muy duros, aunque yo creo que nos esperan dos años y medio dramáticos, que es lo que dice el último informe del Banco de España. Pero es mucho más fácil creerse las dos palabras que te pueda decir Fernando Simón que leerse el informe de veintitantas páginas sobre la situación económica de España y que es muy cruel. Son datos, no hay argumentario, ideología, sectarismo ni relato político. Yo soy todo lo optimista que los datos me permiten serlo. Pero creo que el no ser optimista ahora puede ser un principio para organizarnos y entender que podemos cambiar la realidad que nos rodea.