Son Espases inaugura una exposición sobre la salud mental de los niños durante la pandemia

Redacción | 13/10/2020

Son Espases inaugura la exposición 'Emascarats' sobre los efectos de la pandemia en la salud mental de los niños y adolescentes

El Hospital Universitario Son Espases ha inaugurado este martes la exposición 'Enmascarats' con pinturas hechas por jóvenes que asisten en el Hospital de Día del Instituto Balear para la Salud Mental de la Infancia y la Adolescencia (IBSMIA). La exposición está compuesta por 12 obras en las que los niños y los adolescentes reflejan qué ha supuesto para ellos y cómo les ha afectado la pandemia del Covid-19.

Esta mañana, el director gerente de Son Espases, Josep Pomar; la directora médica, Carmen Sanclemente; el director de gestión, Joan Carrió; la directora del IBSMIA, Isabel Flórez, y el profesor Jaume Mateu, han inaugurado la exposición, que está situada en el vestíbulo de rehabilitación (planta cero, junto a la cafetería) y que se mantendrá hasta el próximo 31 de octubre.

El estado de alarma, declarado en España el mes de marzo por la situación de pandemia del Covid-19, ha implicado el cierre de los centros educativos y el confinamiento domiciliario prolongado. Esto ha supuesto cambios importantes en las rutinas y en los hábitos de vida de los niños y de los adolescentes, ya que han sido expuestos a una gran cantidad de información sobre la pandemia por parte de los medios de comunicación, de las redes sociales y, a veces , de sus familias, que también se encontraban en una situación de vulnerabilidad.

En estudios realizados a escala mundial después de la primera fase de confinamiento, se han detectado síntomas emocionales en un 80% de los niños y de los adolescentes. Estos síntomas son los siguientes: dificultad de concentración (76,6%); aburrimiento (52%); irritabilidad, intranquilidad, nerviosismo (40%); sensación de soledad, inquietud y preocupaciones (30,1%); facilidad para discutir con el resto de la familia (29,7%); más dependencia de los familiares (28%); ansiedad (28,4%); enojo (25,9%); tristeza (23,3%); miedo excesivo a la infección por Covid-19 (23,1%); temores que antes no había tenido, mucha preocupación en salir alguien de casa (22%); más tendencia a querer dormir con los padres (un niño de cada tres) y problemas del sueño que incluyen dificultad para conciliarlo y despertarse frecuentemente (28,66%).

CONSECUENCIAS EN LOS NIÑOS MÁS VULNERABLES

Los niños y los adolescentes con trastorno mental se consideran de riesgo, ya que los factores estresantes de la Covid-19 pueden provocar un empeoramiento de su patología. Sin embargo, los considerados más vulnerables han sido los que han presentado algunas patologías en concreto.

A los niños y adolescentes con discapacidad intelectual, les resultó más difícil comprender la situación y la necesidad de restricciones. Por este motivo, aumentó su estado de ansiedad y de agitación. El cierre de los centros educativos y residenciales tuvo una gran repercusión en la rutina de estas personas.

A los pequeños con trastorno de espectro autista, los cambios y las pérdidas de rutinas les supuso un gran estrés. Durante la situación de pandemia presentaron, con más frecuencia, alteraciones del comportamiento y un mayor riesgo de tener que usar medicamentos psicotrópicos. Para intentar mejorar esa situación, se permitió que, excepcionalmente, los niños y los adolescentes con trastornos de espectro autista y con alteraciones de conducta salieran al exterior acompañados de sus padres.

Por su parte, los niños y los adolescentes con trastorno obsesivo compulsivo, debido a su preocupación por el contagio y por la contaminación, presentaron un empeoramiento de sus síntomas.

Los niveles de ansiedad incrementaron significativamente en los niños con trastornos de ansiedad.

En el caso de los niños con trastornos depresivos, los pequeños sufrieron ideación autolítica y gestos autolíticos.

Por último, los niños que sufren trastornos de conducta alimentaria, dado que el confinamiento supuso un cambio de estilo de vida, en algunos adolescentes se produjo una mejoría sintomática; pero, en otros, un empeoramiento. Se detectaron casos en que el inicio de la sintomatología coincidió con el aislamiento.

¿QUÉ RIESGOS TIENE LA NUEVA NORMALIDAD?

La "nueva normalidad" tiene más riesgo porque es muy poco normal. La comunicación entre iguales ha cambiado: hay que mantener distancias, hay que restringir las salidas y mantener pocos contactos. Un porcentaje considerable de clases, a partir de los 12-13 años, se harán en línea. Todo ello puede provocar más uso de las pantallas y aislamiento interpersonal.

No se tiene conocimiento del tiempo que esta situación durará, los planes deben posponer y se debe convivir con una nueva situación de incertidumbre. La crisis ya no es únicamente sanitaria, sino que aparece un escenario nuevo: la crisis económica y la pobreza, por lo que el estado emocional de estos niños y adolescentes puede resentirse. Por lo tanto, es importado aceptar que, a veces, pueden estar mal y hay que hablar. Hay que llegar a lo que se esconde tras la máscara.

CONSEJOS PARA LOS PADRES ANTE LA NUEVA NORMALIDAD

Ante esta situación, que puede resultar más difícil para los pequeños, la organización del proyecto de Son Espases ha dado algún consejo para los padres. El primero es mantener las rutinas y los hábitos saludables. Incluso aunque la escolarización sea semipresencial, hay que mantener los horarios de comidas y de sueño estructurados. La idea es separar los espacios de ocio del espacio para hacer las tareas de la escuela en línea. Las rutinas diarias deben ser flexibles pero constantes, según dicen los expertos.

El segundo es practicar ejercicio físico. Hay que crear un clima para que la comunicación sea abierta, en la que su hijo pueda expresar como se siente, manifestar sus preocupaciones y hacer preguntas. Tiene que permitir que su hijo hable, entregue y acepte sus sentimientos. La tarea de los padres es ver las cosas desde la perspectiva de su hijo.

El tercero tiene que ver con el autocuidado de los padres. Los expertos hablan de las situaciones en las que los padres "no puede más porque tienen muchas preocupaciones". En esta situación, recomiendan hacer un descanso en el momento en se den cuenta que su enfado. "Parad la sesión y respirad", explican. También es importante "intentar no estar solo, buscar alguien con quien poder hablar de cómo se siente, buscar espacios de autocuidado, intentar encontrar actividades saludables que de su gusto y a su alcance".

Por otro lado, es importante asegurarse de que su hijo está seguro cuando está contectado en línea. Hay que hablar con ellos de los efectos que tiene el exceso de utilización de las pantallas, establecer los límites de uso (tanto tiempo y horarios como de espacios). A los padres recomiendan incluso que ellos mismos apaguen su teléfono móvil para dar ejemplo a sus hijos. "En lugar de estar con el móvil, proponed actividades para hacer juntos", concluyen.

14.430 CONSULTAS REALIZADAS ESTE AÑO

El Instituto Balear para la Salud Mental de la Infancia y la Adolescencia (IBSMIA) es el organismo responsable de la evaluación, del diagnóstico y del tratamiento de todos los niños y adolescentes de Baleares que tienen un trastorno mental grave . Dispone de cinco unidades comunitarias de consultas externas (tres en Mallorca, una en Menorca y una en Ibiza), un Hospital de Día y una Unidad de Hospitalización Breve para pacientes que presentan trastornos de salud mental de gravedad elevada y/o con riesgo alto.

Este año, los profesionales de la IBSMIA han dado en Mallorca 1.520 nuevos pacientes y, en total, se han hecho 14.430 consultas. En la Unidad de Hospitalización han registrado 128 ingresos.

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