Lo menos comentado de la copa menstrual

Ana M Longo | 10/02/2020

La copa menstrual es un invento de higiene femenina de silicona hipoalergénica, ecológico, óptimo para el organismo -ya que evita infecciones- y reutilizable. Tiene muchas ventajas, pero también existen aspectos menos comentados. Puede utilizarse durante más tiempo que un tampón o una compresa -incluso dormir con ella más horas-. El problema radica en que has de comprar el tamaño óptimo para tu condición.

Tener una copa menstrual ahorra la inversión mensual de cajas y paquetes de compresas y tampones y prolonga el tiempo hasta tener que cambiarla. Una mujer puede tener una copa menstrual durante años y ahorrar mucho dinero. Este pequeño recipiente, de alrededor de unos 30 ml, cuesta aproximadamente veinte euros, en algún supermercado ronda tan solo los diez.

¿Qué modelo de copa menstrual debo comprar?

Los días de menstruación son incómodos para todas, sea lo que sea que se utilice. Sin embargo, con la copa menstrual -si resulta como dicen- pueden pasar con menos incomodidad y sufrimiento. Todavía no han inventado algo que erradique totalmente el dolor físico, cansancio y desarreglo hormonal. No obstante, estar más a gusto con la cantidad de regla que se tiene los primeros días, permite actuar con mayor libertad.

La gran duda de las mujeres es saber con exactitud qué tamaño de copa menstrual es la indicada para comprar. Por prescripción, se suele indicar que la M es para mujeres menores de 30 años o que han sido madres por cesárea y las grandes o L para las mayores de treinta años o habiendo dado a luz por parto vaginal. Curiosamente, no siempre es así y la mujer debe comprar los dos modelos y probar la que mejor se adapte a su cuerpo y no cause pérdidas.

Frecuentemente, hacer caso de estas recomendaciones lleva a comprar una talla, que luego resulta no ser la apropiada. Así que no hay que descartar invertir un poco más de dinero para salir de dudas. Es necesario saber que el diámetro de la copa importa a la hora de elegir el tamaño, y no solo la cantidad de flujo. Es decir, pese a tener mucha cantidad de flujo -o al menos creerlo- no significa necesariamente que el tamaño L sea el indicado. La diferencia de mililitros entre las dos es muy poca.

No es tan fácil ponerla

La primera vez que se prueba la copa menstrual, se necesita tranquilidad y tiempo para averiguar la mejor manera de introducirla. El sitio ideal para la práctica es la ducha y en cuclillas. Hay varias formas de doblar la copa. Lo mejor es ir descartando hasta quedarse con una. Debe introducirse con calma y sin hacerse daño, de modo que la pequeña prolongación sobresalga ligeramente a ras de los labios vaginales. La sensación de apertura suele producirse unos instantes después de su colocación. Si esta sensación no se produce, el flujo puede llegar a salir del recipiente.

Es muy importante esterilizarla la primera vez que se adquiere y antes del primer uso. Además, se debe asegurar la higiene de las manos en su manipulación. Cuando finalicen los días de menstruación, se recomienda volver a hervirla y guardarla en su funda hasta el siguiente mes.

Las primeras veces será difícil saber si la colocación ha sido la correcta. Cuando al intentar extraerla, se introduce más en el interior de la vagina y se complica el proceso. Algo va mal y probablemente el tamaño de la copa menstrual no sea el apropiado.

También hay a mujeres a las que les molesta el roce de la prolongación de la copa menstrual y optan por cortar un trocito. Sin embargo, hay que tener mucho cuidado y no cortar más de la cuenta.

Retirar la copa menstrual con cuidado

Pese a que muchas mujeres están muy satisfechas con este invento. otras sienten incomodidad cuando están fuera de casa o en el trabajo y llega el momento de cambiarla. En el baño de casa no solo hay más higiene, sino que también hay intimidad. Ir al trabajo y vaciar la copa en una pileta pública resulta más desagradable y, sobre todo, imposibilita la intimidad. Llegado el caso, si no hay opción, lo recomendable es lavarla con una botella de agua sobre el propio inodoro y volver a ponerla.

La copa menstrual debe retirarse con cuidado. Hay que pensar que, una vez introducida, se abre y hace ventosa, por lo que no es tan sencillo sacarla. No hay que tirar del pitorro con fuerza, porque una puede hacerse daño. Lo mejor es introducir un dedo por un lateral y presionar ligeramente hasta que deje de hacer ventosa. Seguidamente, hay que tirar con suavidad y de forma vertical, para que no se derrame el flujo del interior.

La mujer es un conjunto de muchos aspectos

A muchas mujeres les resulta un tanto incómodo aventurarse a descubrir su cuerpo en los días de la regla y les ocasiona reparo la sangre y el olor. El cuerpo de la mujer y las circunstancias que lo envuelven son bonitas y la capacidad física y mental es superior a todo lo menos agradable. Son aspectos biológicos naturales que permiten conformarse en lo que una es y la vida que una puede crear.

La copa menstrual es una idea más que puede ayudar a algunas mujeres a sentirse mejor. Habrá a otras que no les convenza, les parezca incómodo o no logren descubrir el modo adecuado de colocársela. No obstante, siempre puede pedirse cita con el ginecólogo y consultarle las dudas. Más práctico resulta hablar con otra amiga que la haya probado, aunque sin olvidar que no a todas causará los mismos resultados.

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