La ONU dice que la situación en Libia "sigue siendo frágil y peligrosa"

Naciones Unidas ha destacado que la situación en Libia "sigue siendo frágil y peligrosa" pese a los avances logrados durante los contactos celebrados durante las últimas semanas entre las partes enfrentadas, al tiempo que ha hecho hincapié en la necesidad de nuevos progresos en el seno del Foro de Diálogo Político Libio (LPDF).

La enviada especial de la Secretaría General de la ONU para Libia, Stephanie Williams, ha manifestado que los contactos han continuado en las tres vías surgidas a raíz de la Conferencia de Berlín --política, militar y económica-- y ha apostado por avanzar hacia un acuerdo sobre las futuras instituciones del país.

Así, ha desvelado que durante las reuniones en el seno de la Comisión Militar Conjunta (JMC), que el 23 de octubre anunció un acuerdo de alto el fuego permanente en el país, los participantes en la misma han trasladado su petición sobre una "unidad" de las instituciones libias.

"He mantenido muchas sesiones con expertos económicos en la vía económica. Estaban centrados principalmente en la necesidad de unificar las instituciones soberanas y financieras del país y se centraron en la verdadera crisis económica a la que el país sigue haciendo frente", ha detallado.

Williams ha manifestado además que las vías lideradas por jóvenes y mujeres han abogado igualmente por celebrar elecciones --el LPDF alcanzó un acuerdo para comicios el 24 de diciembre de 2021-- y la unificación de las instituciones, por lo que ha apostado por avanzar en este sentido.

De esta forma, la jefa de la Misión de Apoyo de Naciones Unidas en Libia (UNSMIL) ha incidido en que cerca de 1,3 millones de libios podrían necesitar ayuda humanitaria en 2021 si no cambia la situación, según cálculos del organismo internacional.

"Esto es un gran aumento en el número de libios que necesitan ayuda. Eso debería ser una luz roja que ilumine los pasos que han de darse. No es necesario que les diga ni que diga a los participantes de Fezán, en el sur, que la crisis humanitaria es más grave en el sur de Libia", ha reseñado.

Necesidad de "progresos"

Por ello, ha recalcado la necesidad de "progresos" antes de volver a celebrar una reunión cara a cara. El LPDF arrancó por videoconferencia antes de una semana de reuniones en Túnez entre el 7 y el 15 de noviembre, que se han visto seguidas por nuevos contactos por vía telemática.

En el LPDF participan decenas de representantes libios elegidos de "todos los segmentos políticos y la sociedad civil", incluidos miembros de las autoridades enfrentadas, un proceso parte de la vía política pactada en la Conferencia de Berlín.

El objetivo principal de estos contactos en el seno del LPDF es pactar los criterios de selección de las próximas autoridades ejecutivas de transición, encargadas de gestionar el periodo previo a la celebración de las próximas elecciones.

Por otra parte, integrantes de los parlamentos enfrentados en Libia iniciaron el jueves una serie de consultas en la ciudad marroquí de Tánger para intentar alcanzar un acuerdo para reunificar el organismo, dividido desde 2015.

Los contactos se han intensificado desde que el Gobierno de unidad, reconocido internacionalmente y respaldado militarmente por Turquía, rechazara la ofensiva lanzada en abril de 2019 por Jalifa Haftar, que cuenta con el respaldo de Egipto, Rusia y Emiratos Árabes Unidos (EAU), contra la capital, Trípoli.

Libia vive sumida en el caos desde la caída del régimen de Muamar Gadafi en 2011. El conflicto actual enfrenta al Gobierno reconocido internacionalmente, con sede en Trípoli, con el establecido en la ciudad de Tobruk, en el este, y sustentado por Haftar.

La duplicidad institucional en Libia se retrotrae a las elecciones parlamentarias de 2014, que dividieron las administraciones, sin que las asentadas en el este --anteriormente reconocidas por la comunidad internacional-- y el Gobierno de unidad, surgido de un acuerdo en 2015, consiguieran pactar su unificación desde entonces.