Ineficacia con los menores en tutela

Ana M Longo | 21/01/2020

En los últimos días se ha sabido de la ineficacia de los casos de abusos sexuales a menores en tutela en Palma de Mallorca. No obstante, es un tema que venía coleando desde hace años y cuyo eco de falta de responsabilidad resonaba en las plazas y perdidas calles de barrios marginales de la ciudad.

Crónica Balear ha podido hablar con un psicólogo que trata a familias con menores en tutela y con una ex educadora de un centro de protección de Palma. Ambos prefieren mantener su anonimato y han abierto sus corazones y puesto sobre la mesa datos e información ante la pasividad del sistema y la ineficacia del Instituto Mallorquín de Asuntos Sociales (IMAS).

Fallan cosas en el sistema de tutela de menores

Produce vértigo hablar del tema por lo que ello conlleva, pero el rumor está en el aire. El psicólogo se muestra contundente, enfadado y serio: “Fallan los técnicos que trabajan en el IMAS y los mecanismos de actuación. Hay ineficacia. Hay personas que acaban de salir de la carrera. Otros ni siquiera tienen hijos. Su mundo no es el de estas familias y no empatizan con ellos".

Los perjudicados son, sin lugar a duda, los menores y sus familias y ante esto no hay retorno. Sus vidas se tambalean entre papeles y documentos cumplimentados “con subjetividad, falta de profesionalidad y desestructuración”.

La ex educadora del centro con la que ha contactado Crónica Balear refiere y coincide con el psicólogo en que el tema de los abusos sexuales se intuía. No hablan de una red de explotación sexual. Sin embargo, comentan que las jóvenes que salen y tienen relaciones sexuales con otros regresan al centro y lo comentan con compañeras. Afirman que es fácil para una chica joven explicarle a una de sus iguales lo que ha hecho y lo que ha obtenido a cambio, sean regalos o dinero.

El duro pasado del menor

La mayoría de las veces esas jóvenes han tenido un pasado turbulento donde probablemente hayan conocido la parte más amarga del sexo y hayan sido abusadas y lo añaden a su vida como un punto más, seguramente sintiendo rechazo pero a la vez resignación.

La educación en sus hogares, en muchas ocasiones, ha estado desprovista de normas correctas de convivencia y respeto hacia sí mismas. Las menores con baja autoestima no saben afrontar una situación de estas características. Otras jóvenes van buscando algo similar a lo que un día han conocido o creen que es afecto.

Diferentes regímenes en los centros

En Palma de Mallorca hay centros de reforma, Es Pinaret y Es Fusteret, que son centros restrictivos, y los de protección, donde los educadores pasan 24 horas con los chavales. La vida de los jóvenes en esas viviendas es normal según su edad y sus obligaciones y ocio diario. Tienen horarios, pero “al igual que en un hogar común, pueden incumplirlos” -dice la ex educadora del centro de protección-. En estos centros donde no han cometido delito alguno no se les priva de libertad.

En este caso, ¿se está haciendo lo correcto? ¿Cómo pueden controlarse las fugas de estos menores en tutela y por lo tanto evitar que caigan en situaciones de peligro o que no pueden controlar?

La tutela de estos jóvenes la tienen desde el IMAS que, en consecuencia, responden por ellos. Una vez al mes el menor se ve con su tutor. Ante una fuga el responsable del menor recibe el informe. Cuando hay una huida los educadores del centro avisan a la Policía Nacional y al 112 y se pone una denuncia. “La solución no es encarcelarlas”, dice la ex educadora del centro, “pero sí cambiar las cosas”. En el sistema instaurado para los menores en tutela, si continúa su mala actitud pasan a un régimen cerrado.

La ex educadora afirma que “la Policía Nacional y el IMAS intuían que había algún piso en el barrio de Corea donde las niñas se drogaban o podían realizar practicas sexuales a cambio de dinero, comida o regalos”. Pero ante su incomprensión por la pasividad e ineficacia en un primer momento, afirma: “en el momento actual entiendo que la burocracia es lenta, se necesitan datos, que las jóvenes no colaboren y hablen al no confiar en nadie”.

¿Retiradas de menores correctas?

Los niños se van de los centros porque algo falla. ¿Están bien?, ¿se les trata bien?, ¿necesitan algo?, ¿quieren estar con sus familias?, ¿se sienten solos? Las retiradas a menores deben estar justificadas. Es de suma necesidad elaborar informes competentes y poco subjetivos que rebosan ineficacia. El psicólogo afirma que "no hay protocolos en el IMAS". Habla de "malas valoraciones".

“Las relaciones económicas del IMAS son una maraña y no suelen profundizar en cada caso... Se dan 3.000-4.000 euros por una tutela”. “Los niños en tutela no deben ser tratados como pequeños adultos”. Actualmente no se permiten peritajes independientes del IMAS y "quizás esa sea la solución", dice. Y continúa: “es conveniente que se lleve a cabo una auditoría de técnicos y profesionales y que participen pedagogos y psicólogos externos a Baleares”.

El mal de las tutelas viene de raíz

Este año se ha aprobado el Plan Autonómico de Lucha contra el Tráfico de Mujeres y Niñas con fines de Explotación Sexual y de Abordaje a la Prostitución (2019-2022). Es importante y necesario no hablar de estos menores como personas que se prostituyen, sino que son abusados o explotados sexualmente.

El psicólogo afirma desde el principio de la conversación que tenía la certeza hacía un par de días de que el tema iba a explotar. “Hace años que se hablaba de esto. En 2018 Xelo Huertas (ex presidenta del Parlament) pidió que se investigara al IMAS y se le echaron encima. Ahora sale todo. Es la punta del iceberg”. “Se habla de 16 casos de abusos sexuales. Esas niñas (ahora en tutela), las que han sido abusadas en su entorno, las que salen y tienen relaciones con otros, han tenido contacto con otras menores durante años. Entran y salen y hablan sobre dónde ir y qué hacer para conseguir según qué cosas".

Se rompen familias

"Pueden ser muchas más las afectadas pero no se habla de ello”. Enfadado, prosigue: “si tienes un hijo que tiene relación con personas de bajo perfil o sabes que va a salir a emborracharse y drogarse, ¿qué haces? ¿De verdad, como dice el presidente del IMAS, no puede hacerse nada? La palabra es 'ineficacia'".

Nuestro confidente afirma que hay retiradas injustificadas y que debería invertirse más en formación y educación a las familias de los menores que en apostar por la ruptura del núcleo. Lo que ocurrirá es sinónimo de ruptura de vínculos afectivos que no volverán a recomponerse. “Los padres pierden toda credibilidad con los hijos. Si el hijo retorna a ese núcleo la relación entre ellos no volverá a ser igual. Seguramente se hayan encargado (desde el IMAS) de decirles que sus padres no eran óptimos para su bienestar”.

Necesarias rápidas mejoras

Los niños en tutela y sus familias son los que sufren. Pierden años de su vida luchando y llorando por una familia en la que creyeron en su día y que por diversos motivos no ha sido como debería. Ayuda es lo que necesitan y no desatención y falta de información. A Crónica Balear se nos habla de desestructuración y falta de rigor en los informes, de auténticas chapuzas.

Las intervenciones, según el profesional de la psicología, deben ser lo mínimas posibles. Es muy necesario un seguimiento futuro de los menores y su situación personal. ¿Se les ha ayudado o se les ha perjudicado al apartarles de sus familias? Hay padres que esperan durante años por sus hijos. No hay tutela judicial, hay ineficacia. Se tarda en actuar y eso va en detrimento del afecto entre los miembros de una familia.

Se destrozan vidas

El proceso de actuación en la retirada de los hijos es cruel y el espacio de reencuentro, frío y escaso. “No debe elaborarse un plan de intervención antes de tratar un caso particular porque se condiciona. ¿Qué equipo directivo no va a dar luz verde a lo que hagan sus profesionales una vez presentado?”. Sí, los jóvenes se fugan y toman vías erróneas, con lo cual hay que dar la importancia y gravedad correspondiente a sus actos y a sus huidas o fugas.

Se están destrozando vidas a muy bajo precio. Se ignoran los sentimientos de la población más vulnerable, y pese a que hay retiradas justificadas, hay otras que deben investigarse más profesionalmente. El caso de mujeres maltratadas pone de relieve su enjuiciamiento por ir a viviendas tuteladas con sus hijos, ¿son acaso poco aptas esas madres? Y no hay que obviar que la nueva ley del menor debe proteger al menor y no comportamientos inequívocos de otros profesionales del IMAS, refiere el psicólogo de familias. Queda mucho por hacer.

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