Mitos del embarazo que debemos desterrar

Ana M Longo | 24/12/2019

Existen muchas creencias o mitos respecto al embarazo que se han extendido de generación en generación. Mucho se habla sobre lo que la embarazada puede o no hacer, sobre lo que no debe comer o si determinadas acciones, como practicar deporte o hacer el amor, pueden suponer algún problema para ella o para su bebé.

No hay evidencias científicas al respecto. No obstante, hay mujeres que se pasan su embarazo asustadas y condicionadas ante datos inciertos. En la época navideña la embarazada se encuentra ante el dilema de la comida: ¿puede comer de todo?, ¿qué alimentos son perjudiciales para su salud y la de su hijo?, ¿puede realizar actividad física o tener relaciones sexuales durante su embarazo?

Comer de todo y por dos

A la mujer se le agudiza el olfato cuando está embarazada, algo que puede causarle molestias como náuseas, vómitos, ardor de estómago o intolerancia a determinados sabores y olores. Existen alimentos incompatibles para el embarazo que pueden dañar al bebé. La expresión “comer por dos” es uno de los mitos totalmente inciertos. La mujer debe alimentarse bien pero sin exceder las raciones para así evitar aumentar innecesariamente de peso.

El jamón serrano es uno de los alimentos estrella en las fiestas navideñas, pero no es recomendable su consumo en el embarazo excepto si la embarazada ha pasado la toxoplasmosis. A los pocos meses de embarazo se le realiza a la mujer en estado de gestación la prueba de la toxoplasmosis. En el caso de que ésta dé resultado negativo, la mujer no puede consumir alimentos crudos o poco cocidos como los embutidos.

La toxoplasmosis afectará al bebé de una forma extremadamente grave. Puede fallecer o sufrir malformaciones. Esta bacteria puede afectar cuando no lleva a cabo la conveniente higiene en las manos o bien cuando no se lavan con rigor verduras, frutas o vegetales. Ante posibles dudas no es recomendable consumir estos alimentos fuera de casa. Lo mismo ocurre con la leche y derivados cuya pasteurización o envasado no pueda asegurarse.

Antojos en el embarazo

Se confunde que una mujer tenga antojos con el hecho de que necesite cambiar su dieta habitual por la intolerancia a ciertos alimentos. En los primeros meses de gestación la mujer puede sentir repulsión a determinados productos que solía consumir y necesita tomar otros que mitiguen dentro de lo posible los síntomas. Aunque depende de cada persona, algunos de los alimentos que pueden ayudar a aliviar estas molestias son el pan tostado, regaliz o caramelos de jengibre.

Profesionales de la salud señalan que los antojos pueden referirse a carencias nutricionales que ocurran en los meses de embarazo. El queso, por ejemplo, debido a la carencia de calcio en los meses de gestación, puede volverse uno de los productos más deseados por la embarazada. También puede leerse la necesidad de la mujer de atención y comprensión por parte de su pareja o familia. No solamente se traduce en pedir determinados alimentos en un tiempo concreto, si no del deseo de caricias, masajes y ayuda para algunas tareas.

Llama especialmente la atención entre los mitos el que un antojo no satisfecho causa una mancha en el bebé. Esta afirmación no tiene fundamento alguno. La mujer puede satisfacer sus deseos para probar algún alimento, lo que no se desliga de cuidarse físicamente para no incrementar su peso. La alimentación debe ser lo más saludable posible, algo que será positivo para madre e hijo.

Algunos de los alimentos que más demandan las embarazadas son los encurtidos (pepinillos o salsas picantes), las fresas, el chocolate, las gominolas, el helado o las bebidas gaseosas. Generalmente son alimentos dulces que producen un sentimiento de satisfacción emocional.

Durante el embarazo la mujer debe descansar bastante

Matronas y médicos hacen referencia que la mujer embarazada debe llevar una vida de lo más saludable. Esto no solo debe aplicarse al tema de la alimentación. La actividad física es esencial y beneficiosa para madre e hijo. Existen mitos aún no desterrados que refieren que la embarazada debe permanecer mucho tiempo de reposo, pero esto tiene matices.

No todas las embarazadas llevan el mismo embarazo, esto es, el seguimiento del personal a cargo del embarazo dará las claves adecuadas a la actividad que pueda realizar la mujer. Difiere sustancialmente un embarazo de riesgo, en el que la mujer debe llevar una vida más tranquila, que un embarazo en el que el proceso se produce de un modo óptimo e incluso si la mujer ya practicaba deporte anteriormente.

La mujer embarazada puede y debe practicar deporte o realizar actividades que permitan que se sienta ágil, que minimicen su estrés y ansiedad y que su bebé nazca sano y fuerte. La mujer se sentirá bien, libre y fortalecerá la zona lumbar y la pelvis. Practicando deporte no conviene excederse en las pulsaciones y no agotarse.

En el caso de no haber practicado deporte previo al embarazo se puede optar por dar paseos a un buen ritmo, nadar o practicar pilates o yoga para embarazadas. Es importante consultar con el monitor ante determinados ejercicios y hacerlo con moderación, siendo consciente de los posibles riesgos. Cada embarazada conoce las limitaciones y el cuerpo le dirá hasta dónde llegar.

Los medicamentos o practicar sexo en el embarazo dañan al bebé

No es incompatible ingerir medicamentos cuando son diagnosticados por la matrona en el tiempo de embarazo (igualmente si es un profesional externo), siempre y cuando se consulte previamente su ingesta. El riesgo que pudiera suponer el consumo de un determinado fármaco se debe al momento del embarazo en el que se produzca o al tiempo que dure el tratamiento. La Administración de Alimentos y Medicamentos expone una clasificación de medicamentos en cuanto al riesgo que suponen durante los nueve meses de gestación.

La OMS rechaza el consumo de fármacos por daños probables al feto ya que le llega a través de la placenta. Pese a esto no hay que obviar los riesgos de tomar el medicamento como al contrario. Por otra parte, recurrir en primer lugar a tratamientos no farmacológicos será la mejor opción y nunca optar por la automedicación.

En un embarazo considerado de bajo riesgo está totalmente aconsejado practicar sexo en cualquier trimestre. Lo más recomendable es que ambos miembros de la pareja hablen, se comuniquen y decidan qué es mejor, qué les conviene y cómo se sienten más cómodos según posturas y ante la fecha del parto. Con seguridad y precaución pueden producirse relaciones sexuales de lo más satisfactorias.

Barriga redonda y belleza en la madre: ¿significa que tendrá un niño?


Otros de los mitos carentes de base científica es deducir el sexo del bebé con solamente observar la barriga o la cara de la madre. De modo muy popular (sobre todo las mujeres de antes) se ha dicho que cuando la embarazada tiene una barriga más redondeada son mayores las probabilidades de tener una niña y si sobresale en forma de pico, un niño.

Fijarse en el rostro de la embaraza durante el segundo y tercer trimestre para descubrir el sexo del bebé también es frecuente. Cuando la mujer está radiante y con la cara poco hinchada se piensa en que el bebé será un niño. Coloquialmente se dice que si es niña roba belleza y feminidad a la madre. De un modo más científico, los estrógenos en sangre son mayores en la madre cuando está embarazada de una niña, lo que causa imperfecciones en el rostro.

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