Cursach niega haber injuriado a Penalva tras quedar en libertad

Esther Ballesteros | 04/07/2019

Apenas unos días después de que el juez Miquel Florit elevase al Tribunal Superior de Justicia de Baleares (TSJIB) su petición para que este órgano judicial asuma las investigaciones sobre la presunta trama urdida por el exjuez y el exfiscal del caso Cursach, Manuel Penalva y Miguel Ángel Subirán, respectivamente, dirigida a alterar pruebas de la causa y coaccionar a testigos, el empresario del ocio Bartolomé Cursach ha regresado este jueves a los Juzgados, donde ha negado haber injuriado a Penalva con el calificativo de “subnormal”.

“Me parece una palabra de muy mal gusto. Es una expresión que no utilizo jamás”, ha manifestado el acusado, quien se enfrenta a una solicitud de 9.000 euros de multa por parte de la Fiscalía por, supuestamente, haberse referido a Penalva -que no estaba presente puesto que ya había sido apartado del caso Cursach- como “subnormal, subnormal, subnormal” el 19 de abril de 2018.

Ese día, el empresario había acudido al Juzgado de Instrucción número 12 de Palma, encargado de las pesquisas, para entregar su pasaporte tras haber sido excarcelado después de haber pasado catorce meses en prisión.

Según el fiscal, Cursach habría manifestado, acerca de Penalva, “ahora dice que pasa pena por los testigos, subnormal” en referencia a las manifestaciones que el juez había efectuado esa misma mañana en una entrevista en la radio. Sin embargo, el inculpado ha asegurado desconocer entonces que el magistrado hubiera sido entrevistado: “yo estaba en mi casa y no estaba escuchando la radio”.

Visiblemente tranquilo, el propietario del Grupo Cursach ha rechazado de plano las acusaciones que pesan sobre él en el marco de este juicio, asegurando que fue más tarde cuando le comentaron que Penalva había concedido la entrevista radiofónica, por lo que no tuvo ocasión de comentar nada sobre la misma mientras permaneció en los Juzgados.

“Después de 14 meses en prisión lo que menos me apetecía era hablar con alguien, lo que quería era estar en casa cuanto antes”, ha asegurado durante su comparecencia. Su abogado, el exfiscal de la Audiencia Nacional Enrique Molina, ha reclamado la absolución de su patrocinado y ha recriminado con dureza que “se pretenda forzar una sentencia condenatoria” en base a hechos que no considera probados.

PENALVA, "GRAVEMENTE OFENDIDO"

En un juicio no exento de tensión, el propio Penalva también ha acudido al Juzgado de lo Penal número 4, en el que se ha desarrollado la vista oral. En contra de lo manifestado por Cursach, el magistrado ha señalado en calidad de testigo que dos funcionarias presentes el día de los hechos le comentaron que “este señor” [en referencia al magnate], en su primer día de libertad tras su excarcelamiento “me había llamado subnormal en tres ocasiones”.

“No creo que una persona que acaba de salir de prisión tenga que venir a dependencias judiciales para insultar al juez que ha llevado la causa”, ha aseverado Penalva, asegurando sentirse “gravemente ofendido” por los hechos.

“Me parece inaceptable que actúe así un señor investigado por una serie de delitos gravísimos”, ha espetado el magistrado, quien, a su vez, se encuentra junto a Subirán en el foco de unas investigaciones por la supuesta comisión de varios ilícitos penales, entre ellos los de revelación de secretos y prevaricación, en plena instrucción del caso Cursach.

El juez ha justificado que esa mañana ofreció la entrevista en radio para expresar su preocupación por la situación de los testigos de la causa y, en su opinión, el acoso llevado a cabo contra los investigadores.

"No creo que en un Estado derecho se pueda permitir que los poderes públicos se vean hostigados de este modo. Por eso acudí a la entrevista. No sé cómo explicar el desprecio que [los investigados] sienten hacia la administración. Sobre el miedo que tenían los testigos, he perdido la cuenta de a cuántos he tenido llorando en el Juzgado”.

PENALVA Y SUBIRÁN ACUDEN JUNTOS A LOS JUZGADOS

Las divergencias entre Cursach, Penalva y Subirán se han visualizado este jueves a la llegada a los Juzgados de Vía Alemania del juez y del fiscal, quienes han acudido juntos a dependencias judiciales y han eludido saludar al empresario y a sus abogados.

Pese a ello, el juez ha asegurado durante la vista no tener “nada personal contra Cursach” como tampoco nadie de su familia, ha manifestado, está vinculado a sus negocios. Y ha llegado a subrayar que “si me hubiera pedido disculpas a lo mejor no habríamos llegado hasta aquí”.

En el juicio también ha comparecido Fernando Mateas, abogado que acompañaba a Cursach el día de los hechos. En su declaración como testigo, ha explicado que esa mañana tan sólo habló con su cliente sobre cómo había pasado su primera noche en libertad y que el empresario le había respondido que no había podido dormir.

“No dijo nada más. Recuerdo que salimos del Juzgado sin ningún incidente ni discusión y estoy prácticamente seguro de que no hubo ningún tipo de insulto ni desprecio. No es su estilo. Yo sólo sé seguro que me moriré y espero que sea dentro de mucho tiempo, pero sé que allí no se dijo nada”, ha insistido el abogado.

No obstante, las funcionarias que escucharon los supuestos improperios han ratificado su versión. “Lo oí perfectamente y estoy completamente segura. No tengo ninguna duda de que se refería a él [a Penalva]”, ha manifestado una de ellas, quien, con treinta años de trayectoria en la Administración de Justicia, ha expresado su incomodidad de verse “involucrada en este tipo de circunstancias. Me estoy planteando pedir el traslado porque no puedo más con esta situación. Ahora mismo estoy temblando”.

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