Camela arrasa en el Auditorium con un público que se niega a sentarse

Camela no tiene fin. Lo demuestran año tras año, y en la noche del viernes, la sala  Magna del Auditorium de Palma acogió de nuevo un concierto del dúo madrileño.

Hay conciertos ganadores, y Camela sabe que cuando viene a Palma, el éxito está más que asegurado. Los madrileños fueron recibidos por un público que vitoreaba su nombre, incluso antes de que saliesen al escenario.

Con su derroche habitual de energía, el dúo formado por Dioni y Ángeles colmó de sobra todas las expectativas de sus fans.

En un gran comienzo, dieron paso a su repertorio entregándose a fondo con el tema “Escúchame”.

En pocos minutos, Camela conquistó a casi todos los asistentes, que se pusieron en pie y que en su mayoría, ya no volverían a sentarse en casi dos horas de concierto.

Como siempre, agradecieron a su público la gran acogida que reciben siempre que pisan tierras mallorquinas.

A Dioni parece no pasarle el tiempo, porque da saltos por el escenario como si por él no pasaran los años, mientras Ángeles, tan encantadora como siempre, aprovechó un instante para saludar a parte del público con necesidades especiales, acomodado en la fila delantera.

El milagro Camela

El milagro consiste en un cuarto de siglo desafiando las leyes de la industria discográfica para construir una carrera sin altibajos y plagada de éxitos.

La historia de Camela es una historia de amor con su público desde sus comienzos. Cantando al amor y al desamor, con un lenguaje claro y sencillo, sin florituras, y que llegó directamente al corazón de millones de personas que sentían exactamente como ellos cantaban.

¿Quién no recuerda aquellos míticos expositores de “cassettes” en todas las gasolineras de España? Pues bien, para quienes sigan pensando que Camela es aquel grupo que tanto se vendía en las estaciones de servicio y en los mercadillos, les voy a recordar que es la segunda formación musical española que más discos ha vendido en toda la historia, tan solo superados por La Oreja de Van Gogh. Siete millones de discos, saquen sus propias conclusiones.

La trayectoria de Camela está sembrada de tesón y de seguridad en sí mismos. Y eso, a pesar de haber sido siempre maltratados e incluso denostados por la industria de la música en este país. A pesar de sus ventas millonarias, la consistencia de su trabajo, y la respuesta de un público incondicional a lo largo de un cuarto de siglo.

Al principio de su carrera y a pesar de su incesante actividad, fueron vetados en la mayoría de las radiofórmulas que manejaban la industria y en las televisiones, que les consideraban un producto residual.

Pero el tiempo pone a todo el mundo en su lugar.

Así, Camela ha seguido adelante superando ampliamente las trayectorias de artistas muy mimados por el sistema que, sin embargo, han quedado por el camino.

Y mientras tanto, Ángeles y Dioni han seguido paso a paso, conquistando cada escenario y sin un solo pinchazo de ventas en ninguno de sus discos.