El Arenal al desnudo

La foto lo dice todo. Si hace poco más de un mes los vecinos del Arenal ya se ponían en contacto con Crónica Balear para denunciar la incontrolable situación de la zona; ahora, ya en los primeros días de junio, comienzan las primeras muestras del peculiar turismo que se acumula en la zona.

Esta fotografía, fue tomada ayer sobre las 19:30 horas en plena calle. Una patrulla de la Policía Local que se encontraba de ruta por allí, se encontró al hombre de esta guisa, por lo que pararon el vehículo para intervenir. Los agentes introdujeron al susodicho en el interior de un establecimiento y le instaron a vestirse. Afortunadamente para él, no había niños alrededor, ya que si no podría haber sido imputado por un delito de exhibicionismo.

Una situación que los vecinos de la zona están hartos de ver. Poco antes del comienzo de la temporada más temida para ellos, los vecinos se pusieron en contacto con Crónica Balear para denunciar la presencia de los trileros y el turismo descontrolado. "Los de siempre y en los mismos lugares de siempre, no nos explicamos como es posible que año tras año, todo el mundo siga actuando aquí impunemente", afirmaban.

Al no haber comenzado del todo la temporada alta, las dotaciones policiales no pueden vigilar tanto la zona como en pleno verano; por lo que el refuerzo estival se espera como agua de mayo. “A veces pasas por comisaría para avisarles; pero claro, tienen muchas cosas que cubrir y no llegan a tiempo; entiendo que haya cosas más importantes pero no es posible que año tras año estemos igual” dicen indignados los vecinos.

La zona más candente se sitúa entre el balneario 3 y el club náutico; un tramo en el que se concentran discotecas y tiendas que promocionan el alcohol y las drogas estampado sobre las camisetas a la venta. “Parece Punta Ballena”, afirma una vecina. “Estamos seguros de que será el mismo infierno de siempre”, explican.

Una vez que las discotecas dan inicio a la temporada, los vecinos tienen miedo de continuar viviendo al lado de las peleas, robos y demás incidentes de la zona. Por ello, algunas comunidades ya han comenzado a realizar sus gestiones para contratar vigilantes privados en sus edificios. “Y las administraciones continúan igual; muchas reuniones, muchas conversaciones, muchas reformas de la Platja de Palma; pero esto empieza igual que todos los años”.